Al lado tuyo, todo pasa.
|
Al lado tuyo, todo pasa.
|
Ya lo mencioné, no lo puedo controlar. Sin embargo, no desisto, soy demasiado consciente de este tormento que yo misma estoy provocando. Dicen que la memoria es selectiva y parece que yo elegí olvidarlo.
|
¿Cuál es el límite? No causarle a Simón más daño del que ya le causé. Lo quiero a mi lado, cerquita y para siempre.
|
—Clara, todos estamos hechos de dudas. Y vos no estás sola en este lío.
|
Hoy decido creer que existen las terceras oportunidades.
|
Él comenzaría a recuperarla y ella a experimentar nuevamente el amor. La cobardía los había abandonado y aquella terrible sensación de temor a perderse se esfumaba para dejarlos hundidos en la plenitud de saber que estaban vivos.
|
No me sueltes nunca más, bramaba Clara por dentro. No te soltaré jamás, se convencía Simón.
|
Y así, como por arte de magia, volvía a renacer. Porque el vacío es un regalo, que, finalmente, hace nacer nuestros más intensos deseos.
|
En su interior había un profundo vacío. Y en sus ojos marrones no podía hallar lo que en el fondo anhelaba. Porque lo que se despertaba en ella se esfumaba, así, en un miserable chasquido.
|
Caminó de un lado a otro en ese diminuto espacio que, contradictoriamente, no era de acabarse jamás. Comenzaba a ahogarse porque, desde donde se encontraba, nada le resultaba familiar.
|
¿En quién se inspiró Bram Stoker para crear su personaje?