Diario de un vacío fue una lectura intensa y que atrapa desde la primera página simplemente por el morbo de ver cómo Shibata se las apaña para mantener su mentira a flote. Y es que harta de ser la única mujer de su oficina y de que por ello le encarguen las tareas más "femeninas" (servir café, limpiar y ordenar la oficina...) se inventa que está embarazada. Consigue su objetivo -que le quiten el exceso de trabajo y dejen de explotarla- pero, ¿conseguirá mantener su mentira hasta el final? Narrado en forma de diario de embarazo, Emi Yagi, nos trae una historia sobre el papel de la mujer en la sociedad japonesa (aunque se puede trasladar a cualquier parte del mundo), lo que se espera de ella y sobre lo sola que te puedes sentir al no cumplir los estereotipos. Una novela llena de reflexiones, donde llega un momento en el que el velo de la mentira y la verdad se diluye y desemboca en un final que, a día de hoy, aún me tiene pensando en él. Es un libro raro y original que a mí me ha fascinado, no he leído mucha literatura japonesa, y quizá esto sea algo común en ella, pero me alucinó como con un lenguaje y una historia tan sencilla logra transmitir tanto. + Leer más |