Un cuarto propio

Me animaría a decir que Anon, que escribió tantos poemas sin firmarlos, era a veces una mujer.

Las mujeres viven como murciélagos o búhos, trabajan como bestias y mueren como gusanos....

Es obvio el que los valores de las mujeres difieren con frecuencia de los valores creados por el otro sexo y sin embargo son los valores masculinos los que predominan.

Por eso Napoleón y Mussolini insisten con tanto énfasis en la inferioridad de las mujeres, porque si ellas no fueran inferiores, ellos no serían superiores.

Aquella mujer, pues, que nació con el don de la poesía en el siglo dieciséis, era una mujer desdichada, una mujer en lucha consigo misma.

Porque la lectura de estos libros parece, curiosamente, operar como una curiosa lente para nuestros sentidos; después de leerlos vemos con más intensidad el mundo parece haberse despojado del velo que lo cubría y haber cobrado una vida más intensa.

Espere que ella no viera a los obispos y a los deanes, a los doctores y los profesores, a los patriarcas y los pedagogos gritandoles todos advertencias y consejos. ¡No puedes hacer esto y no debes hacer aquello! ¡Solo los estudiantes y los maestros pueden pisar el césped! ¡no se admite a las señoras sin una carta de presentación! ¡Gracias señoritas que aspiran a ser novelistas, por aquí!

¿Tienen idea de cuántos libros al año se escriben sobre las mujeres? ¿Tienen idea de cuántos están escritos por hombres? ¿Se dan cuenta de que quizás seamos el animal más discutido de l universo?