Estaba encantada de ser libre.
|
Estaba encantada de ser libre.
|
A pesar de todo, el sol seguía calentando. A pesar de todo, los malos momentos se superaban y la vida conseguía que los días fueran sumándose.
|
Y, además, después de todo, quizá Dios no existiera.
|
Pero con Peter había que compartirlo todo, había que examinarlo todo, y era intolerable. Por eso tuvo que romper con él cuando se produjo aquella escena en el jardincito junto a la fuente, ya que, de lo contrario, se hubieran destruido, hubiera sido desastroso para los dos, estaba convencida; aunque durante años había llevado consigo el dolor y la angustia como una flecha clavada en el corazón;
|
En cuanto a sus recuerdos, la mayoría eran de lo felices que habían sido juntos.
|
Había un abrazo en la muerte.
|
Pensándolo bien, ¡qué increíble era la muerte! Que todo tuviera que acabar y que nadie, en todo el mundo, supiera lo mucho que ella había amado; con qué intensidad, y en cada instante...
|
Pero le hacían señas, las hojas estaban vivas; los árboles estaban vivos.
|
No temás más, dice el corazón, confiando su carga a algún mar que suspira colectivamente por todas las penas, un mar que se renueva, que comienza a moverse, que se detiene y cae.
|
Era un sueño estúpido, completamente tonto, sentirse desgraciada.
|
Su nombre de nacimiento es: