JOAN. Sobrevivir en la guerra civil española

Joan
Sobrevivir a la guerra civil española

Esta obra realizada por Robin Wood y Ricardo Pedrazzini, ambientada en la guerra civil española, nos presenta un protagonista que podríamos definir como un buscavida, un pícaro, un chanta, en definitiva, alguien que no presentarías a tu madre. Es así que, a Joan, el nombre de nuestro antihéroe, no le interesa tomar partido por ningún bando tan solo pretende pasarla bien y continuar ileso.
Si bien la obra se encuentra dividida en varios capítulos de aproximadamente diez páginas, como es habitual para estas publicaciones que se realizan de manera serializada, estos capítulos se pueden agrupar en tres segmentos. Estos segmentos fueron los elegidos por Panini para dividir la obra dentro de su libro recopilatorio; el cual fue publicado en el año 2012.
En la primera parte de la historia Wood y Pedrazzini, no solo nos presentan a Joan en su pueblo natal, sino que nos dan un panorama del periodo histórico en el cual le toca vivir. Nuestro protagonista luego de varios vaivenes amorosos con la hija del acaudalado del pueblo y para evitar ser fusilado se enlista dentro de las tropas Franquistas, las cuales abandonará a la primera oportunidad. Realizando un acto temerario, Joan, se termina sumando dentro de las filas de los Republicanos. Es en este cambio que se hace patente una de las constantes dentro de las historias de Robin Wood, el Movimiento.
Una vez enlistado dentro de las tropas Republicanas, comienza una de las etapas más extensas dentro de las aventuras de Joan, su estadía en Madrid. Siendo la ciudad de Madrid el bastión Republicano por excelencia, Joan, quien exagera una lesión para permanecer en la ciudad, conocerá a los grandes intelectuales y referentes culturales de la época; entre ellos trabará una amistad con Hemingway. Esta amistad es poco aprovechada por los autores, pues es apenas mencionada por los personajes, los cuales tienen cortos periodos de interacción entre ellos. También es entendible la decisión de los autores de no atar a su personaje de ficción a uno histórico, el cual limitaría los movimientos de Joan dentro de la exactitud histórica.
Joan no dudará en hacerse colaborador de un traficante llamado el Sapo, para luego terminar haciéndose cargo de los negocios de éste. Durante este periodo Joan conocerá a el Rata, quien es uno de los sicarios del Sapo, con el cual termina trabando una férrea amistad. Este es otra de las formulas de las historias de Robin Wood y es el de acompañar a los protagonistas con compinches, aliados o amigos, por lo general conocen todos los secretos del protagonista. A la vez estos amigos sirven como detonantes de historias, aunque también muchas veces son los encargados de resolver las situaciones peligrosas en las que se mete el protagonista en cuestión. Estos individuos son extensiones del protagonista, sirviendo así para divercificar no tanto los puntos de vista, pero sí, la acción, permitiendo que la trama siempre avance. Esta fórmula no es invento de Wood, sino que se vienen utilizando desde Cervantes con su Quijote, pero lo interesante es que Wood siempre la somete a estímulos nuevos, el contexto histórico, la traición, etc.; donde siempre podemos apreciar resultados diversos.
Continuando con la historia. Una vez que los bombardeos llegan a Madrid Joan y El Rata ponen sus ojos en Barcelona.
En esta tercera y última etapa, Joan y El Rata, en su viaje a Barcelona se detienen en un pequeño poblado donde para pasar desapercibidos, simulan ser sacerdotes. Es aquí donde la historia toma un tono más picaresco y festivo, pues los autores se divierten contándonos como nuestros protagonistas intentan no quedar expuestos ante el pueblo, mientras que por su parte Joan vive una aventura romántica con la hija del alcalde. Pero, y siempre hay un “pero”, la historia de Joan se cuenta dentro de una guerra, una guerra que aun hoy duele al pueblo español. Es así que los autores nos devuelven a la realidad de la época, haciendo que se presente delante de nuestros protagonistas el mismísimo general Franco. Joan y El Rata son descubiertos y mandados a fusilar. Si bien nuestros protagonistas logran escapar al último momento, lo cierto es que su futuro ya no se encuentra en España o Europa, sino que, como declara Joan en la última viñeta: “Ahora, al mar, Rata, al mar.”
Una de las características que le dan una personalidad propia a Joan pasa por el apartado gráfico, pues Carlos Pedrazzini, quien dibujo estas páginas allá por el 2005 realmente destaca. La ambientación gráfica de los escenarios donde podemos apreciar las diferencias entre los edificios de las ciudades y los pueblos. También es de destacar las caracterizaciones de los distintos habitantes pues los personajes secundarios o de fondo, pues los pueblerinos no visten igual que aquellos que viven en un gran conglomerado urbano como Madrid. En la narrativa Pedrazzini se encarga que todos los personajes se encuentren movimiento, para así hacer avanzar la historia incluso los momentos bajos.
Si bien el final de Joan parece un poco apresurado, desconozco si ese era el final pautado por los autores o la editorial donde se publico originalmente la historia dejó de encargarles material sobre el personaje. La verdad es que hay una regla sobre la historieta y en especial la de aventuras, que Robin Wood supo entender y siempre manejó en todas sus obras y es el de dotar a sus personajes de una aparente inmortalidad, siempre dejando la posibilidad de que se pueda contar algo más. Para un mayor ejemplo de esto los invito a leer su inoxidable Dago.