Tequila, sal… ¡y pimienta! es la primera entrega de la serie Estaciones –publicada por la editorial Besos de papel– y, en ella, su protagonista, Tali, pasa unos días de verano con sus amigas y, por casualidad, se reencuentra con Óscar, al que hace años que no ve. No había leído a L. White hasta ahora y el libro me ha dejado cierto sabor agridulce porque el comienzo no me ha gustado demasiado, ya que me costaba compartir el modo de pensar de la pareja protagonista y comprender el porqué de su reacción, sobre todo la de Óscar, quien se gana a pulso que le den un buen coscorrón por capullo e hipócrita. Sin embargo, a medida que avanzaba en la historia, la cosa fue mejorado. En mi opinión, lo mejor de la novela es la relación tan fantástica que hay entre Catalina y sus amigas, al igual que la camaradería que une a Óscar y Luis, y las descripciones de los escenarios en los que se mueven los personajes porque dan ganas de irse a Canarias en el primer vuelo que salga. Aunque yo revisaría el texto porque se han colado demasiadas erratas (en especial, respecto a lo que las tildes se refiere), es una lectura entretenida, con momentos divertidos –y disparatados– y hasta tiene su puntito de intriga. La autora ha publicado el segundo volumen de la serie, protagonizado esta vez por Mía, y tengo ganas de leerlo para ver qué ha planeado para esta abogada de armas tomar. + Leer más |