En Altnaharra, una isla escocesa, aparecen los cuerpos asesinados de los miembros de un culto gobernado por "El tío". Dinah, la única superviviente, declara que ha sido
la pequeña Eve, que se ahogó al intentar escapar.
A partir de esta escena inicial, acompañaremos a Dinah hacia una retrospección, donde conoceremos cómo eran las vidas de aquellos niños que vivían en Altnaharra bajo la tutela de "El Tío", centrándonos especialmente en Eve.
Poco a poco, nos vamos adentrando en un ambiente más oscuro, donde somos conscientes de lo que viven los habitantes de la isla y cómo llegan a la situación que se nos presenta al inicio del libro.
Es una historia que he disfrutado muchísimo. No diría que es de terror, pero sí que tiene un ambiente oscuro y muy turbio, que te mantiene pegada a sus páginas para descubrir qué pasa realmente con Eve y con el lugar en el que vive.
Debo decir que este libro emplea un recurso que me suele gustar mucho, y este caso no es la excepción; ya conocemos el final de la historia desde la primera página y, a partir de ahí, vamos descubriendo cómo se llegó a él. Es algo que siempre logra intrigarme y esta autora lo emplea muy bien.
El final me sorprendió mucho y muy gratamente, me parece que la autora cierra la historia de una forma muy correcta y que te deja un sabor agridulce.
En general, una historia con un ambiente oscuro y turbio, con muchos secretos por desvelar y una trama que te mantiene pegada a sus páginas.
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