Me pega como a los niños. Yo no puedo hacer más que procurar no llorar. Hacerme madera. Y decirme: Celie, eres un árbol. Así he sabido que los árboles tienen miedo a los hombres
|
Me pega como a los niños. Yo no puedo hacer más que procurar no llorar. Hacerme madera. Y decirme: Celie, eres un árbol. Así he sabido que los árboles tienen miedo a los hombres
|
Tienen la cara de querer hacernos creer que la esclavitud falló por culpa nuestra (…) Como si nosotros no hubiéramos tenido el talento necesario para hacer que funcionara.
|
Pero una cosa le agradezco, y es el haberme enseñado a aprender por mí misma, leyendo y estudiando (…) Y el haber mantenido vivo el deseo de saber.
|
“Tiempos duros” es una frase que los ingleses usan mucho al hablar de África. Y uno olvida con facilidad que, de no ser por ellos, en África no habrían sido tan duros los tiempos.
|
¿Por qué canta la gente cuando está cansada?
|
El mundo está cambiando, respondí. Ya no es un lugar solo para hombres.
|
Le miro a los ojos y veo que tiene miedo de mi. Me alegro de que sepa lo que es eso.
|
¿Quién te has creído que eres?, me pregunta riendo. Tú no puedes maldecir a nadie. Mírate. Eres negra, eres pobre, eres fea, eres una mujer. Vamos, que no eres nada. […] Soy pobre, soy negra, puede que fea y no sé guisar, dice una voz a todo el que quiera oírla. Pero aquí estoy. |
Tienes que luchar, Celie, me dice. Yo no puedo hacerlo por ti. Tienes que luchar tu misma. Yo no contesto. Pienso en Nettie, muerta. Ella luchó y se escapó. ¿Y para qué? Yo no lucho, yo me quedo donde me mandan. Pero sigo viva.
|
La maldad te mata
|
Es un poema épico griego compuesto por 24 cantos, atribuido al poeta griego Homero. Narra la vuelta a casa, tras la guerra de Troya, del héroe griego Ulises