El infinito en un junco

En épocas tiránicas, las librerías suelen ser lugares de acceso a lo prohibido y, por tanto, despiertan sospechas.

[...] creemos que lo nuevo tiene más futuro. En realidad, sucede lo contrario. Cuantos más años lleva un objeto o una costumbre entre nosotros, más porvenir tiene.

Buscamos en su océano de letras un mensaje embotellado para nosotros

Leer es un ritual que implica gestos, posturas, objetos, espacios, materiales, movimientos, modulaciones de luz. Para imaginar cómo leían nuestros antepasados necesitamos conocer, en cada época, esa red de circunstancias que rodean el íntimo ceremonial de entrar en un libro.

En un mundo caótico, adquirir libros es un acto de equilibrio al filo del abismo.

El helenismo perfiló y extendió la idea de viaje de conocimiento bajo dos formas: el desplazamiento físico - en caravanas, barcos, carros, a lomos de cabalgaduras - y el trayecto inmóvil del lector que atisba la inmensidad del mundo desde los senderos de tinta de un libro.

La pasión del coleccionista de libros se parece a la del viajero. Toda biblioteca es un viaje ; todo libro es un pasaporte sin caducidad.

El triunfo es un pasaporte al que nadie pone objeciones.

Tenía tanta necesidad de hablar que empecé a mendigar palabras.

En la bruma de cada mañana, cuando me aventuraba a las calles borrosas, sentía que la ciudad entera gravitaba sobre un mar de libros, igual que una alfombra mágica en pleno vuelo.