El desafío de Becca

"No hace falta encajar en ningún lugar. Solo hay que encajar en nuestro propio corazón".

A veces nos equivocamos y hacemos las cosas mal, pero toda acción conlleva una reacción, y el perdón absoluto y el olvido nunca están garantizados

Me da pena pensar que los humanos podemos llegar a ser tan dañinos, y marginar a alguien que no sea bien parecido hasta el punto de abocarlo a una vida de soledad y rechazo. Me asusta creer que nuestra naturaleza nos obliga solo a valorar la belleza. Me asusta, pero lo acepto. Nos han enseñado a hablar bien de los hermoso, no nos han animado a encontrar bondad y hermosura en la fealdad.

En la sociedad hay unos dogmas: llorar es mala señal y nos pone tristes, la tristeza es mala y no tenemos derecho a estar mal. Solo vale sonreír y ser feliz. Si eres guapo, triunfas y tienes las puertas más abiertas, al menos la de la aceptación social. Si eres feo prepárate para que te señalen y te den la espalda.

Este es un mundo de locos y materialismo descarnado. Hemos creado una sociedad tan superficial y vanidosa, que lucha por no envejecer, que se vale de la cirugía para borrar las arrugas de la experiencia y de la vida longeva, y que en su empeño por asemejarse a los anuncios publicitarios, vende su alma al diablo y en cambio olvida la única verdad universal que rige todo: la belleza no es externa, no la tienen los demás; la belleza solo reside en el modo de mirar