Los niños eran mucho más tolerantes, pensó. Aceptaban mucho mejor los cambios y a las personas que acababan de conocer.
|
Los niños eran mucho más tolerantes, pensó. Aceptaban mucho mejor los cambios y a las personas que acababan de conocer.
|
Todos tenemos nuestras adicciones, cosas que valoramos más que la vida misma, aunque sabemos que con toda probabilidad acabarán por matarnos.
|
Las cosas terribles ocurren, por supuesto, pero siempre a otra gente […].
|
Vivimos en un estado de negación permanente.
|
Hay muchas cosas que no nos planteamos sobre la muerte, y menos aún sobre una muerte cruenta y violenta. Para empezar, no nos planteamos que pueda ocurrirnos a nosotros, a un conocido, a un ser querido.
|
[…] odiaba la Navidad. Cualquiera que haya perdido a un ser querido la odia. La Navidad incrementa tu dolor hasta el nivel once.
|
Estar desaparecido no es lo mismo que estar muerto. En cierto modo, es peor.
|
Se lo había guardado todo dentro. Había mantenido una fachada serena. Pero nadie puede ceñirse esa camisa de fuerza química durante mucho tiempo sin descubrir que él mismo es su propio carcelero y que solo hay una manera de liberarse.
|
Un regalo nunca es sólo un regalo. Unas veces es una disculpa; otras, un gesto de amor. A veces, es un medio de obtener influencia, o un sutil chantaje emocional.
|
Al parecer, durante todo el año se realizaban festividades concebidas para evitar que los solitarios se olvidaran de su soledad. Sin hijos, con los ojos iluminados por los destellos y centelleos de los fuegos artificiales. Sin una media naranja a la que abrazar y arrimarse para combatir el frío del otoño.
|
Es un cuerpo creado a partir de la unión de distintas partes de cadáveres diseccionados, escrito por Mary Shelley a partir del reto literario de Lord Byron.