Los hijos de Húrin

El destino está en ti mismo, no en tu nombre.

Porque el hombre que huye de lo que teme acaba comprobando que solo ha tomado un atajo para encontrarse con ello.

Porque el hombre que huye de lo que teme acaba comprobando que solo ha tomado un atajo para encontrarse con ello

-Ten piedad de él, pese a todo-le aconsejo Húrin-. Una mano honesta y un corazón sincero también pueden equivocarse; y el daño autoinfligido puede ser más duro de sobrellevar que la obra de un enemigo.

-Muy bien: si ésas fueron las palabras del hijo de Húrin, ha de ser fiel a ellas e irse. Pero cada vez que digo que haré esto o lo otro resulta ser muy diferente llegado el momento. Ahora ya no deseo hacer lo. que dije. Debo tener cuidado con lo que digo.

-Sería mejor, en verdad -dijo Sador-. Así lo enseñan muchos hombres y pocos lo aprenden. Déjense en paz los días que aún no se ven. El de hoy es más que suficiente.

Malas han sido todas tus acciones, hijo de Húrin - dijo -. Hijo adoptivo desagradecido, proscrito, asesino de tu amigo, ladrón de amor, usurpador de Nargothrond, capitán imprudente y desertor de los tuyos. Como esclavas viven tu madre y tu hermana en Dorlómin, sufriendo miseria y necesidades, vestidas con harapos, mientras tú llevas las galas de un príncipe. Penan por ti, pero a ti eso no te importa. Tu padre estará muy contento cuando se entere de que tiene semejante hijo: y se enterará.

"-Ahora me has perjudicado, amigo, revelando mí verdadero nombre, y hechando así sobre mí el destino del que quería ocultarme.⁣
-El destino está en ti mismo y no en tu nombre"⁣

Entonces el corazón de Túrin se detuvo, escuchando los pasos del destino que lo perseguiría hasta el fin.

El destino está en ti mismo, no en tu nombre.

Porque el hombre que huye de lo que teme acaba comprobando que solo ha tomado un atajo para encontrarse con ello.