Sinsonte

Dice la leyenda que el Sinsonte es la reencarnación de un humano en busca de su libertad. Hay un verdadero trasfondo en esta obra magistral de Walter Travis.

 ¿Hacia dónde nos dirigimos? 

¿Está la humanidad en peligro como especie? O ¿Es la falta de valores y principios lo que hace que vaguemos algo a la deriva? 

Ya que hemos viajado al futuro lejano con esta obra, me encantaría regresar al pasado de nuestro propio planeta. Vivir en tribus, grupos sociales, familias… ha sido la base de la condición humana desde siempre: querer y ser querido. No hay más. La humanidad agoniza, anulada en sus valores innatos, en sus emociones, en sus creencias, ha caído en el egocentrismo más absoluto. ¿Te resuena? 

Vive compartimentada en una individualidad caótica regida por los hilos de la idiotez y la incultura.  Una premisa está presente en ese mundo. 

“No preguntes, relájate”.

Tres personajes magistralmente creados, un robot suicida y dos humanos que viven inmersos en la idiotez colectiva, por inercia, se entremezclan mientras van despertando del sueño sinóptico en el que están inmersos.  La humanidad no sabe crear arte, no conocen los libros y, por tanto, desconocen la lectura y la escritura, no existen los niños, solo vejez y tristeza. Ante este caos, la mayoría no soporta vivir esa realidad diaria.

La trama se va enriqueciendo a medida que los personajes, se van definiendo y humanizando. van creciendo juntos a lo largo de la obra. de una mano, la necesidad de amar; de la otra, simplemente ser amado.

El redescubrimiento de la lectura y la escritura como base de vida y de evolución, lleva a nuestro protagonista a reiniciar su humanidad. Empieza creando conexiones con películas y libros antiguos que rememoran antiguos dogmas de vida. Temas como la soledad, el amor, el odio y la maternidad imperan por encima de una ciencia ficción no tan lejana. En el trasfondo de la obra, la enseñanza.

Lo mejor de la vida es lo más sencillo.
Un final siempre será la semilla de un nuevo comienzo. 
Que en nuestras raíces está nuestra esencia, por mucho que queramos ignorarlas. 
Aunque quieras ser libre y estar aislado, es necesario no olvidarte de quién eres cuando “eres” con los demás.  
leer te lleva a redescubrirte a ti mismo de la mano de la escritura. ¿Qué es la escritura si no poner en orden tus pensamientos? ¿Qué no es la lectura, sino potenciar tus pensamientos a través de la sabiduría de otros?  He disfrutado de esta lectura muchísimo. Debería ser de obligada lectura.

La mayoría de las distopías y algunas novelas de ciencia ficción abordan el crepúsculo de la humanidad. Muchas veces me pregunto si toda la evolución y desarrollo que generamos no acabará en nuestra propia extinción, esa que a veces tan impulsivamente afirmamos que merecemos. Estas historias dan un salto gigante en el tiempo y nos enfrentan a un futuro que solo podemos temer, pero que si analizamos con suspicacia no estaría tan lejos de suceder.
En Sinsonte conviven robots y personas, algún androide cada vez más humanizado y todos nuestros congéneres adictos, analfabetos, ínfértiles, sedados… Todo está automatizado, ya no cabe hacerse preguntas y sentir está infravalorado. Y es en este contexto demoledor dónde se mueven tres protagonistas. Tres personajes que darán forma a un génesis.
Si algo me ha maravillado de esta novela es que datando su primera edición de 1980, sea capaz de traernos reflexiones tan actuales. ¿Fue Walter Tevis un visionario? Yo creo, más bien, que el comportamiento humano es predecible y que hay certezas incontestables, como que la cultura enriquece las sociedades y el pensamiento y las emociones a las personas que la conforman.
Caminamos hacia un futuro incierto, pero mientras el sinsonte cante en la linde del bosque, mientras alguien sea capaz de ver las cosas con perspectiva y siga creyendo en la libertad, en el sentido más amplio de esta palabra, puede que exista un viaje del héroe esperando por nosotros.

En "Sinsonte" nos encontramos un futuro distópico en el que la gente ya no vive, solo existe. Los robots lo hacen todo mientras que la humanidad aletargada se dedica a no hacer nada, hasta que un día las casualidades hacen que un par de individuos se crucen en el camino y decidan explorar sus vidas, desafiar lo establecido y ver qué hay más allá, despertando casi sin querer de esa vigilia en la que se encontraban sumergidos.

Como buena amante de las distopías, no podía quedarme sin leer este libro.

Al principio no sabía bien qué me iba a encontrar, pero ha resultado ser una novela al más puro estilo "Un mundo feliz" o "Fahrenheit 451" que ya se ha quedado entre mis top de ese estilo.

Creo que es el segundo libro que leo de ciencia ficción y la verdad esque me ha sorprendido.

�n esta hitoria nos encontramos en Nueva York y nos cuenta una distopía en la que la humanidad se encuentra en crisis y los robots que fueron creados para prestar ayuda a la humanidad ahora son los que están reemplazando a la humanidad.

🌆Robert Soppoforth es un androide que nos muestra su vida en la que la limitación de sentimientos y la fluidez de las drogas y el sexo sin compromiso se presentan como la nueva forma de vida de la actual sociedad robótica.

🔁Por otro lado, tenemos capítulos en los que se muestra la vida desde el punto de vista humano con personajes como Paul Bentley o Mary Lou ; que me han recordado en paralelismo a Adán y Eva como si estos fueran los últimos humanos de la tierra.

�uando la vida de Soppoforth se cruza con la de los humanos , se haya sorprendido de que Bentley sea un apasionado de la lectura y a Mary Lou que adora el zoo de Brooklyn.

𠏎l amor es el gran descubrimiento de esta historia, dar culto a la intimidad es otro de los temas entre líneas que se pueden leer y descubrir como través de diversas acciones y circunstacias nuestro protagonista robot consigue salir del sopor social en el que vive o no…
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Novela distópica muy interesante con la que el autor aprovecha para hacer reflexiones muy diversas. Me gusta cómo Tevis humaniza a sus personajes después de que estos adquieran la habilidad de leer, que, en cierto modo, les hace libres. Es un libro muy similar a Fahrenheit 451, aunque prefiero Sinsonte levemente.

Gracias a la recomendación de una de mis compañeras del Club de lectura me animé a hacerme con esta novela de ciencia ficción distópica de un autor del que aún no había leído nada, pero que resulta ser el escritor de Gambito de dama, cuya adaptación audiovisual sí que vi (aunque no tiene nada que ver con el libro de esta reseña, todo hay que decirlo).

Esta novela nos sitúa en un tiempo futuro indeterminado (de hecho el tiempo se mide en amarillos y azules, que serían algo así como días y años) en el que el número de robots es muy superior al de los humanos porque la natalidad se ha reducido a 0. Parece que gracias a las máquinas los seres humanos ya no trabajan, pero ahora pasan el rato bajo los efectos de las drogas, alimentándose de cosas sintéticas y narcotizados por los programas de televisión. Tampoco está permitido el contacto con los otros por ser considerado una violación de la Intimidad, y quien infrinja esta norma será “detectado” y eliminado de la circulación. La desidia es tal que proliferan las inmolaciones colectivas frente a la pasividad del resto de habitantes y robots.

Esta sociedad nos es presentada desde tres voces: la de Spofforth, un robot de alta gama encargado de revisar que todo funcione correctamente que lleva siglos en funcionamiento y que tan solo se apagará cuando todos los humanos mueran. Quizás por el hastío vital que siente es por lo que encarga a Paul Bentley, el único humano que sabe leer, que se encargue de visualizar las películas mudas del archivo de la Universidad de Nueva York, y también por ello tardará en interrumpir la improbable relación entre Bentley y Mary Lou, la mujer del vestido rojo que se escapó del campo de rehabilitación donde estaba recluida por ser una rebelde, con la que convivirá durante unas semanas.

A través de los testimonios de los tres iremos conociendo más en profundidad la realidad en la que viven, en la que tratan de paliarse la tristeza, las frustraciones y ansiedades mediante las drogas, pero que, una vez se toma la decisión de abandonarlas, puede descubrirse una realidad mucho más satisfactoria aunque duela. Para Bentley, el haber conocido a Mary Lou supondrá un antes y un después, ya que gracias a ella consigue desarmar todas las normas estúpidas que regían su vida y será su aliciente para seguir vivo junto con la lectura, igual que le sucede a ella.

Al escribir esta reseña he tenido la sensación de que lo que nos cuenta Tevis aquí es mucho más real de lo que puede parecer al sumergirse en sus páginas, ya que hay mucho de lo que nos cuenta que podría pasar. Ahora que se plantea la sustitución del trabajo humano por el de robots en ciertas tareas se abre también el debate de a qué podríamos dedicarnos, si se nos daría un subsidio vital y tuviéramos el control pleno de nuestro tiempo, ¿nos veríamos en la necesidad de vivir anestesiados bajo los efectos de las drogas o la programación televisiva? Creo que el libro abre muchas vías de debate interesantes, además de dar relevancia a los libros como herramientas para la liberación física y mental de los individuos. Una lectura 100% recomendable.

- Ciencia ficción de calidad
- Trama distópica y trágica
- Comparte elementos con Farenheit 451, Un mundo feliz y Blade runner.
- Tres narraciones y tres perspectivas de los tres personajes principales
- Transmite desesperanza y desolación
- Invita al lector a la reflexión

¿Puede alguien que siempre ha vivido en soledad echar de menos el contacto humano? ¿Puede alguien que nunca ha sido amado aprender a amar? ¿Puede un recuerdo ajeno convertirse en presente propio?
Sinsonte es un canto a la fraternidad, al amor en todas sus facetas. A la comunidad, a la empatía. Dibuja un mundo de vidas estancas, vacías, aisladas. Una sociedad fragmentada en tantos trozos como personas quedan.
Y de ahí, a partir de algo tan simple como pueda parecernos la lectura, tres seres intentan recuperar un pasado, que, en este caso, sí que fue mejor. Porque una humanidad que ha perdido aquella esencia que evoca el sustantivo, está condenada a extinguirse.
Porque todos necesitamos que nos quieran y, por supuesto, alguien a quien amar.
Porque el amor impulsa acciones que cambian en mundo.

Estamos en el futuro y La Tierra es un planeta dominado por robots en el que los humanos viven narcotizados y al borde de la extinción. Spofforth es el robot perfecto, capaz de llevar acabo cualquier cosa, menos una: morir. Y en su camino se cruzan Bentley, un humano que acaba de aprender a leer, una actividad extinta y peligrosa, y Mary Lou otra joven humana.

Este es el punto de partida de “Sinsonte” una novela distópica con una gran crítica a la individualidad y la falta de colectividad, así como a la búsqueda de la satisfacción personal de forma rápida, aséptica y sin distracciones.

Pero lo que más me ha gustado de la novela es cómo que la lectura nos abre la mente a nuevas ideas y pensamientos. Incluso en la novela, leer les permite a los personajes redescubrir sentimientos y emociones que tienen olvidados.

Después de un inicio increíble, según avanza la novela se introducen otros temas y tramas secundarias que a mí, personalmente, me gustaron menos y me desengancharon un poco hasta que volvió a la trama inicial. No obstante, es una lectura muy recomendada que hace reflexionar sobre numerosos asuntos y pone en valor las relaciones humanas, los sentimientos y la lectura.

Yo pondría este libro en TODOS los colegios, institutos e incluso Universidades como lectura de referencia.
Cuantas verdades se nos ofrecen en esta distopía de una manera velada, y ya dice un refrán " A buen entendedor pocas palabras bastan", así que ahí queda.
Un relato donde tenemos a tres personajes principales: Paul, Mary Lou y Spofforth, donde esté último es un robot de vida ilimitada, que nos van a mostrar sus vivencias a lo largo de esta historia.
Me han impactado tantas cosas de esta novela que no soy capaz de analizarlas, necesitaría tiempo para asimilar y hacerme un esquema de todo lo que me gustaría diseccionar.
Así que solo os dejo mi recomendación de leer este libro tan bien hecho.