¿Puede alguien que siempre ha vivido en soledad echar de menos el contacto humano? ¿Puede alguien que nunca ha sido amado aprender a amar? ¿Puede un recuerdo ajeno convertirse en presente propio? Sinsonte es un canto a la fraternidad, al amor en todas sus facetas. A la comunidad, a la empatía. Dibuja un mundo de vidas estancas, vacías, aisladas. Una sociedad fragmentada en tantos trozos como personas quedan. Y de ahí, a partir de algo tan simple como pueda parecernos la lectura, tres seres intentan recuperar un pasado, que, en este caso, sí que fue mejor. Porque una humanidad que ha perdido aquella esencia que evoca el sustantivo, está condenada a extinguirse. Porque todos necesitamos que nos quieran y, por supuesto, alguien a quien amar. Porque el amor impulsa acciones que cambian en mundo. |