Un día todos vamos a abandonar al resto para formar nuestras familias. Porque así funciona el mundo.
|
Un día todos vamos a abandonar al resto para formar nuestras familias. Porque así funciona el mundo.
|
Crees que nadie lo entiende -quiero decírselo-. Pero estás equivocado. Yo te entiendo. No estás solo.
|
¿En qué momento te das por vencido y decides que ya es suficiente? En realidad sólo hay una respuesta: nunca.
|
No hay leyes ni límites para los sentimientos. Podemos amarnos el uno al otro tanto y con tanta intensidad como queramos. Nadie, nadie podrá quitarnos eso.
|
Es mi alma gemela, mí consuelo, la razón por la que me levanto cada mañana.
|
Ocurra lo que ocurra, siempre existirá un nosotros.
|
Es como si mi cerebro supiera que aún no puede pensar en eso, que todavía no soy lo suficientemente fuerte como para enfrentarme a las consecuencias de este sentimiento abrumador, de estos hechos trascendentales. El temor persiste, el miedo a que la fría luz de la mañana nos obligue a ver las cosas como son de verdad: un error, un terrible error; el miedo a que no tengamos otra opción que enterrar esta noche como si nunca hubiera sucedido, transformándola en un secreto vergonzoso que tendremos que guardar durante el resto de nuestras vidas hasta que, frágiles por la edad, se convierta en polvo, en un recuerdo débil y distante, volátil como el rastro de las alas de una polilla en el cristal de una ventana, el espectro de algo que quizá nunca ocurrió, sino que vivió únicamente en nuestra imaginación.
|
Todo este tiempo, toda mi vida, ese camino duro y pedregoso me traía hasta este punto. Lo seguí ciegamente, tropezando a medida que avanzaba, magullada y cansada, sin idea alguna de adonde se dirigía, sin darme cuenta jamás de que a cada paso que daba más cerca estaba de la luz al final del largo y oscuro túnel. Y ahora que lo he alcanzado, ahora que estoy aquí, quiero cogerlo entre mis manos, aferrarme a él para siempre para poder recordar el punto en que mi nueva vida comenzó de verdad. Todo lo que siempre quise está aquí, ahora, atrapado en este instante. La risa, el júbilo, la grandeza del amor que sentimos. Éste es el comienzo de la felicidad. Todo empieza hoy.
|
(...) Cuando vean lo mucho que nos queremos, cuando se den cuenta de que siempre estuvimos destinados a estar juntos, cuando entiendan lo felices que somos, ¿Cómo podrán rechazarnos? Todas nuestras batallas tuvieron lugar para que pudiéramos alcanzar este punto, este momento exquisito en el que por fin abrazarnos, tocarnos el uno al otro, besarnos el uno al otro sin miedo a ser descubiertos, sin culpabilidad ni vergüenza, para compartir nuestros cuerpos, nuestro ser, cada parte de nuestra alma.
|
Siempre has sido mi mejor amigo, mi alma gemela, y ahora también me he enamorado de ti. ¿Por qué iba a ser eso un crimen? Quiero abrazarte y besarte y... Y hacer todas las cosas que hace la gente que está enamorada -inspira hondamente-. Quiero pasar el resto de mi vida contigo.
|
¿Cuál es el apellido de los protagonistas?