El lejano murmullo de la felicidad

Cuando eres una loca de la lectura y pasas el día entre reseñas, librerías y recomendaciones, no todos los días se tiene ocasión de leer un libro del que no sabes nada. Así, llegar a ‘El lejano murmullo de la felicidad' completamente en blanco, ha sido un gran regalo.

Esta novela es como ver un cuadro puntillista: si la miras de cerca (al principio) solo ves pequeñas masas de color, bonitas, pero “sin sentido” y no es hasta que te alejas (avanzas en la novela) y puedes ver el conjunto, cuando que te das cuenta de que es una historia redonda. La novela no tiene un centro, sino que, como la vida, está hecha de pequeños momentos que dan sentido a todo.

Una novela muy particular, que, teniendo como centro a Andrea Leroux, va orbitando de manera crítica sobre varios temas como la escritura, las relaciones y la concepción de uno mismo. Leroux es un escritor que se nos presenta con apenas dos recuerdos de su infancia y juventud. No son escenas enternecedoras, el autor no busca que conozcas en profundidad a Leroux, sino que entiendas cómo piensa, porque toda la novela estarás dentro de su cabeza. Eso conlleva ver sin filtros lo que piensa Andrea, sus ideales e inseguridades.

Una cosa que Sánchez-Elvira hace como los ángeles es difuminar las fronteras entre la novela y la realidad, especialmente a través de las disertaciones de Leroux sobre escritura y literatura, llegando incluso a plantear una dura crítica a ciertos lectores (que me pareció igual de atrevida que genial).

Por otro lado, imposible no destacar como las relaciones, uno de los pilares de la obra, no están contadas al uso. A partir de instantes, se presentan personas y muchas consecuencias. de Madrid a Brasil, y pasando por Argentina… un recuerdo, ciertas personas, un hecho y una casualidad, mueven la vida de Andrea Leroux y le convierten en quien es. Si lo pienso… mi vida también es un poco así ¿y la tuya?

Una novela de gran desarrollo, con mucha intensidad contemplativa en su primer tercio, para luego llenarse de acción, diálogo y sentimiento. Un consejo: se disfruta más leyéndola de seguido, porque cuando conectas, te rompe salir de ella. ‘El lejano murmullo de la felicidad', una gran sorpresa que te animo a dar una oportunidad.

Andrea Leroux, un joven escritor que no encuentra su sitio en la vida, conocerá al profesor Pratt, con el que entablará una curiosa amistad que le hará cambiar la perspectiva que tiene de sí mismo.

Así arranca esta maravillosa historia, con Andrea contándonos un poco su percepción de la vida en general y su amor por la escritura. Pero esto es solo el inicio, luego toca otros muchos temas como la amistad, el amor y desamor, la nostalgia...

Uno de los puntos fuertes de la novela son los personajes: tanto el protagonista como los variados secundarios que irán apareciendo a lo largo de la historia están muy bien construidos.

También destaca, sin ninguna duda, la pluma de Álvaro, maravillosa de principio a fin; cómo cuenta las cosas, la sensibilidad para narrarlo todo, su capacidad para meterte en la historia... TODO.

Sobra decir que para mí es uno de mis libros favoritos del año, me ha fascinado a cada lectura, que no han sido pocas.

Como editor tengo que decir que precisamente nos lanzamos a crear la editorial para publicar historias como esta. No sé si tendrá mucho tirón, pero si llega a varias personas y les gusta tanto como a mí ya me daré por satisfecho. Si tenéis ocasión de leerlo, hacedlo, creo que no os arrepentiréis.
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Andrea, un joven escritor que aún busca su camino, nos cuenta a través de estas páginas cómo la relación con un profesor le influyó a la hora de escribir, a la vez que reflexiona sobre el oficio de escritor. Es bastante difícil resumir de qué va este libro. Sí puedo decir que encontraréis unas ideas muy interesantes sobre el tema y una ambientación impresionante entre Madrid y Salvador de Bahía, pasando por Buenos Aires.

Después de un inicio de novela muy introspectivo, nos encontramos de repente sumidos en una historia que, a pesar de no tener grandes gestas ni giros argumentales, engancha hasta el punto de no querer soltarla. Un consejo que daría es que intentéis leer la novela del tirón o con el mínimo de interrupciones posibles, porque sí que me ha pasado que, al intercalar varias lecturas, me ha costado después algunas páginas volver a conectar con la historia. Culpa mía totalmente, como he dicho, es un libro que hay que leer de seguido.

Me da la impresión que esta novela tiene muchos elementos autobiográficos, y es divertido intentar adivinar qué es real y qué imaginado (¡ojalá la estancia en Brasil sea real!). Creo que la mejor forma de resumir esta historia es diciendo que, a lo largo del libro, encontraremos diferentes momentos de la vida de Andrea, obviamente relacionados unos con otros, que al final conforman un todo. Todo lo que rodea al proceso de escritura es realmente interesante y nos plantea una serie de argumentos sobre los que recapacitar.

Dejo lo más importante para el final y es que realmente lo que más me ha enganchado a esta lectura es la narración de Álvaro, que me parece una maravilla.
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