Ninguna idea justifica obligar a una madre a llorar a su hijo
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Ninguna idea justifica obligar a una madre a llorar a su hijo
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Hay un punto en todas las encrucijadas a las que te arroja la existencia tras el que ya no hay retorno posible
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La vida no se detiene cuando lo exige nuestra conveniencia, antes bien se complace en acelerarse para poner a prueba nuestra capacidad de improvisar y deshacer nuestros planes para servir a los suyos.
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Ahora se trata de ir más allá. De saltarse esos límites. Infringir más allá de lo que podríamos gestionar si nos descubrieran. De ir a por todas
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¿Qué objetousaron como traslador en el Mundial de Quidditch?