Estoy muy jodido, Emilia. Lo sé. No te estoy pidiendo que me cures. Es lo que hay. Follaremos. Nos utilizaremos el uno al otro, hasta que alguno de los dos prefiera a otra persona.
|
Estoy muy jodido, Emilia. Lo sé. No te estoy pidiendo que me cures. Es lo que hay. Follaremos. Nos utilizaremos el uno al otro, hasta que alguno de los dos prefiera a otra persona.
|
Y con cada segundo que pasé sin él cerca, empecé a pensar más y más sobre qué éramos. Quiénes éramos. Me había tratado fatal en el pasado, pero ahora… traía color a mi vida.
|
—No entiendo cómo puedes ser a la vez amable y compasivo y un capullo de mierda —murmuré. Él sonrió. —Es un trabajo sucio, pero alguien tiene que hacerlo. |
Lo único que quería era que fuera mía, pero todavía pensaba, creía, que yo no era bastante para ella. Que algo tan roto como yo no podía merecer algo tan entero como ella.
|
Mi amor era viejo y había sufrido, pero todavía ardía.
|
Él se mostraba siempre tan tranquilo que había cometido el error de interpretar su indiferencia como una falta de sentimientos. Pero me había equivocado. Vicious sentía profundamente. Era una bola andante y hablante de sentimientos y emociones. Solo porque no lo mostrara abiertamente no significaba que su corazón no sufriera.
|
¿Qué me pasaba: deseaba tener una aventura con el hombre que me había arruinado la vida? Era inexcusable. Pero lo deseaba, y estaba cansada de privarme de aquello que anhelaba.
|
¿En que trabaja Kote?