Mentir era una habilidad que se volvía más fácil con el hábito.
|
Mentir era una habilidad que se volvía más fácil con el hábito.
|
(…) no necesitaba café, como tampoco necesitaba comer ni dormir, pero algunos hábitos eran psicológicos. La taza humeante era un mínimo cambio en un mundo estático. Una concesión, una pieza de utilería, pero le permitía simular, incluso durante un momento, que seguía siendo humano.
|
(…) se daba cuenta cuando alguien mentía, porque todas esas cosas que no decía quedaban en el aire y lo hacían pesado, como la presión antes de una tormenta.
|
(…) esa mirada cuidadosamente inexpresiva que tenían los adultos cuando intentaban convencer a alguien de que todo iba bien. Siempre suponían que, si no decían algo, eso no se sabría nunca. Pero no era así.
|
Una promesa que no puedes cumplir no es más que otra mentira.
|
Lo malo de los errores era que no siempre eran grandes, ni obvios. A veces eran sencillos. Pequeños.
|
Todo final puede ser un nuevo comienzo, pero todo comienzo debía tener un final.
|
Los EO eran seres rotos por definición, que se habían vuelto temerarios por la ausencia, el vacío, el conocimiento de que sus vidas habían terminado.
|
Ellos creen que son reyes, pero nosotras somos el poder detrás del trono.
|
"No eres nada sin mí. Yo te construí. Y voy a destruirte."
|
¿Cuál fue la primera obra escrita en verso en lengua castellana?