Si lo sé no lo empiezo ...muy decepcionado con el dibujo del personaje ...machista ,homófobo injusto con determinados familiares . saltos increíbles en el relato.. no se debo estar equivocado con tanta buena crítica !!
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Si lo sé no lo empiezo ...muy decepcionado con el dibujo del personaje ...machista ,homófobo injusto con determinados familiares . saltos increíbles en el relato.. no se debo estar equivocado con tanta buena crítica !!
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Manos de hombre, manos para todo: salvar y matar...
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La madera y el verdor , la raíz y la sangre , el viejo y el niño avanzan compañeros , como sobre un camino , por ese tiempo que les está uniendo . Ambos hombro con hombro , en extremos opuestos de la vida , mientras la luna se mueve acariciándoles , entre el remoto girar de las estrellas .
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¿ Qué ocurre , qué se forja , qué cristaliza en esos minutos ? El viejo ni lo sabe ni lo piensa , pero lo vive en sus entrañas . Oye las dos respiraciones , la vieja y la nueva : confluyen como ríos , se entrelazan como serpientes enamoradas , susurran como en la brisa dos hojas hermanas . Así lo sentí días atrás , pero ahora un ritual instintivo lo hace sagrado . Acaricia sus amuletos entre el vello de su pecho y recuerda , para explicarse su emoción , el olmo seco de la ermita : debe su único verdor a la hiedra que le abraza , pero ella a su vez sólo gracias al viejo tronco logra crecer hacía el sol . . .
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En un súbito impulso se abrazaron , se abrazaron , se abrazaron . Metiendo cada uno en su pecho el del otro hasta besarse con los corazones . Se sintieron latir , se soltaron y , sin más palabras , el viejo subió al coche . Las dos miradas se abrazaron aún , a través del cristal . mientras Renato arrancaba .
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En los dormidos labios del viejo se ha posado, como una mariposa, una sonrisa: la idea que aleteaba en su corazón cuando le envolvió el sueño: " ¡Grande, la vida!".
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En un súbito impulso se abrazaron, se abrazaron, se abrazaron. Metiendo cada uno en su pecho el del otro hasta besarse con los corazones. Se sintieron latir, se soltaron y, sin más palabras, el viejo subió al coche. Las dos miradas se abrazaron aún, a través del cristal, mientras Renato arrancaba.
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La madera y el verdor, la raíz y la sangre, el viejo y el niño avanzan compañeros, como sobre un camino, por ese tiempo que les está uniendo. Ambos hombro con hombro, en extremos opuestos de la vida, mientras la luna se mueve acariciándoles, entre el remoto girar de las estrellas.
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¿Quién es el autor/la autora de Episodios Nacionales?