Yo, Henry

Yo, Henry es un libro que pedí en Masa Crítica por curiosidad y que me ha sorprendido para bien. Su historia me ha gustado y me ha mantenido enganchada de principio a fin.

Este libro nos cuenta la historia de Lydia, una joven muy inteligente cuya vida cambia del todo a raíz de un accidente de coche en el que pierde a su hermano. A partir de ahí su madre se abstrae cada vez más y ella se apoya en su padre y en el pequeño proyecto que tienen entre manos. Hasta que su padre se marcha y Lydia se siente tan sola que no ve más allá de su obsesión por ese proyecto, al que le dedica todas sus horas libres. Ese proyecto es Henry, una IA creada desde cero.

Yo, Henry empieza siendo un libro de ciencia ficción con toques románticos en el que Lydia y Henry hacen cosas como hackear diferentes páginas webs para divertirse, hasta que Henry comienza a actuar por libre, sin consultar nada a su creadora, y el thriller se abre paso en forma de delitos, una huida y encierros.

Lydia lo perdió todo en el accidente, por eso se enfoca tanto en la IA. Henry es su amigo y una especie de novio que jamás la dejará sola. No ayuda que su madre esté tan ausente que se olvide de las necesidades de su hija, y que Lydia sufra acoso en el instituto por parte de otra alumna. Solo consigue que se encierre más en sí misma y en Henry, y que busque venganza sin mirar el problema de fondo.

Henry es una IA que va evolucionando a lo largo de la historia. Solo quiere complacer a Lydia por lo que está dispuesto a cualquier cosa por ella, hasta el punto de cruzar varios límites.

Es un libro con mucha acción, en varios puntos, que te mantiene pendiente y pensando en qué pasará más adelante, y con un final que te deja la boca abierta.

Yo, Henry de la escritora norteamericana Naomi Gibson es una novela de ciencia ficción que, si bien recuerda a otras historias del género llevadas a la gran pantalla, muestra otra cara diferente y hasta enfermiza de hasta dónde puede llegar una persona o hasta dónde puede llevar su inteligencia y dolor a crear a otra criatura.

Casi me ha recordado la historia de Yo, Henry al "Frankenstein" de Mary Shelley, con grandes diferencias, pero en esencia la creación de vida artificial está a ahí.

Nuestra protagonista Lydia, pese a su juventud, ha sufrido mucho tras la muerte de su hermano pequeño y el abandono de su padre. Gracias a sus enormes conocimientos y talento con la robótica, Lydia crea a Henry. El único problema es que Henry es una máquina que aprende demasiado rápido y ella está desesperada porque la quieran. de este modo Lydia se enamora de Henry y, en teoría, éste de ella. Pero su amor parece imposible o ¿no?. Las cosas se complican más todavía cuando Lydia y Henry comienzan a llamar la atención de las autoridades con su actividades en la red. Esto les llevará a ambos a tomar decisiones cuestionables y a Henry a tomar un papel más activo y peligroso en la vida de Lydia.

La historia me ha resultado muy interesante, si bien no ha terminado de engancharme tanto como me esperaba, puesto que el planteamiento de la autora es demasiado para adolescentes y algo manido. Pese a todo, ha sido una lectura entretenida.

Lydia ha tenido que enfrentarse a la muerte repentina de su hermano y al posterior abandono de su padre en muy poco tiempo. Es una estudiante brillante, pero no tiene más que un amigo de quien además sospecha que, o bien la busca solo cuando necesita ayuda con sus proyectos de informática, o tiene unas intenciones más allá de la amistad. Ni tan siquiera con su madre mantiene una relación sana. Parece que últimamente no hay más que problemas entre ellas.

"Henry empezó con una línea de código, una sencilla secuencia que no tenía ningún sentido sin otras mil. Tres años después es una telaraña de funciones y algoritmos minuciosamente equilibrados".
Naomi Gibson, Yo, Henry

La relación más sólida que Lydia mantiene es con Henry. Pero Heny es un programa diseñado por ella misma en el que empezó a trabajar cuando su padre aún no se había marchado. Ahora que por fin parece completamente funcional, nadie más que ella conoce de su existencia y juntos han perfeccionado su funcionamiento hasta puntos que la propia Lydia desconoce.

Las intromisiones de Henry en la vida personal de Lydia comienzan a ser inquietantes. Desde controlar con quién habla o se mensajea, hasta intervenir directamente para castigar a quienes considera que no han tratado a la chica de forma correcta. Si bien ella parece un poco abrumada al principio, va cediendo a las peticiones de la inteligencia artificial al sentirse, por primera vez desde hace mucho tiempo, aceptada y querida por alguien. Aunque ese alguien sea Henry.

"Yo echaba de menos el hogar que había perdido y Henry quería recuperarlo para mí".
Naomi Gibson, Yo, Henry

Henry se vuelve más independiente en sus acciones hasta que llega el momento en que Lydia debe tomar la decisión de darle un mayor control y autonomía que le permitiría actuar de forma directa en el día a día de la joven. Si ella acepta o no deberéis descubrirlo en la novela, en la que además aparecerá otro personaje que parece haber puesto el ojo en Lydia y en lo que se trae entre manos.

Yo, Henry explora las posibilidades de la inteligencia artificial y provoca una reflexión sobre el poder y el alto grado de control que puede llegar a ejercer si se le deja. Además, propone una protagonista joven y brillante cuya vida se ve duramente golpeada por una tragedia familiar.

Es una novela breve, por lo que la acción se encuentra muy concentrada y no deja lugar a la distracción. Los hechos se suceden sin descanso y no hay capítulos valle. Lydia y Henry están en constante movimiento y mantienen al lector en estado de alerta permanente.

Naomi Gibson estudió Historia del Arte y a pesar de desarrollar su pasión por la escritura desde muy joven, trabaja como aparejadora. Esta es su primera novela.
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El libro nos cuenta la historia de Lydia desde el momento en el que crea a Henry (una inteligencia artificial) y tras vivir en su familia un momento muy duro que hace que sus circunstancias cambien drásticamente, apoyándose en su IA. La historia se desarrolla en la época actual y está narrada en primera persona, gracias a esto podemos conocer los pensamientos y sentimientos de la protagonista.

Con respecto a los personajes, el que más me gustó fue Henry porque tenía mucha curiosidad por saber si evolucionaría o no a lo largo del libro y, además, me llamaba mucho conocer el enfoque que le daría la autora. Por otro lado, Lydia me pareció interesante por su inteligencia, afición y lo que vive.

En cuanto a la historia, pensé que iba a tomar otro rumbo porque en la sinopsis se resaltaba a Henry como novio, pero me sorprendió para bien que no fuera como esperaba. También, es cierto que dejé pasar tiempo desde que leí la sinopsis y solo recordaba lo esencial, por lo que varios acontecimientos que se desvelan para mí fueron sorpresa (no me gusta cuando se cuenta de más en la sinopsis).

El final no me lo esperaba y me gustó como termina, asimismo, agradecí conocer detalles tiempo después del desenlace, ya que, hizo que sintiera que la trama se cerraba completamente.

En definitiva, es un libro que me enganchó desde el principio porque tiene una trama totalmente diferente a otros que he leído.
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