Hay una flor… creo que ella me ha domesticado.
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Hay una flor… creo que ella me ha domesticado.
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¡Es tan misterioso el país de las lágrimas!
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[…] se corre el riesgo de volverse como las personas mayores, que nada más se interesan por las cifras y los números. Para evitar que esto ocurra, he comprado una caja de lápices de colores.
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Es muy triste olvidarse de un amigo.
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Definitivamente unos de los mejores libros que leí en mi vida, te metes tanto a la historia que te termina enamorando cada parte de ella. Un libro que totalmente recomendaría a todo público, incluso a los no lectores. |
El libro cuenta con ilustraciones del mismo autor que nos permiten visualizar el mundo mágico y simbólico al que hace referencia
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Son como el zorro era antes, que en nada se diferenciaba de otros cien mil zorros. Pero yo lo hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
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—Son muy bellas, pero están vacías y nadie daría la vida por ustedes. Cualquiera que las vea podrá creer indudablemente que mi rosa es igual que cualquiera de ustedes. Pero ella se sabe más importante que todas porque yo la he regado, porque ha sido a ella a la que abrigué con el fanal, porque yo le maté los gusanos (salvo dos o tres que se hicieron mariposas) y es a ella a la que yo he oído quejarse, alabarse y algunas veces hasta callarse. Porque es mi rosa, en fin.
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—Yo —dijo aún— tengo una flor a la que riego todos los días; poseo tres volcanes a los que deshollino todas las semanas, pues también me ocupo del que está extinguido; nunca se sabe lo que puede ocurrir. Es útil, pues, para mis volcanes y para mi flor que yo las posea. Pero tú, tú no eres nada útil para las estrellas...
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Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo que juzgar a los otros. Si consigues juzgarte rectamente es que eres un verdadero sabio.
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¿Cuál es la profesión del narrador que encuentra el Principito en el desierto?