El mal de la taiga

Esta obra es muy curiosa. No es difícil de leer, sin embargo, sacar algo claro de ella sí que lo es, razón por la cual se han podido sacar múltiples lecturas: desde análisis sobre el capitalismo y la trata de blancas; hasta considerarla como una novela de terror; y pasando obviamente por una novela de rasgos psicológicos. Es una obra maravillosa que, después de leerla, te deja profundamente pensando en su significado: si la taiga es realmente un mero recurso espacial; si es algo más psicopatológico; o si es una alegoría. Por mi parte, me gustaría compartir mi opinión:

Considero que la taiga, si bien tiene una función espacial a nivel diegético, también pueden funcionar como una alegoría de la propia naturaleza humana:

Es curioso que sea en los límites de la taiga, en esa última comunidad rural donde los amantes tengan su extraño caso con los lobos, los chicos salvajes y el vómito con criaturas extrañas; donde la detective y el traductor tienen un encuentro con un empresario corrupto y pretencioso, y donde se encuentran una taberna (la cual posiblemente subsista gracias a la trata de mujeres); y donde la detective padezca constantemente de un delirio de persecución: todos estos eventos lo podemos interpretar como el último resguardo de naturaleza humana.

Haciendo un símil con Hansel y Gretel y Caperucita Roja (tal y como se hace dentro de la obra), la última comunidad que limita con la taiga sería esa "madre desnaturalizada" que envía a sus hijos (la humanidad) a morir; o el lobo feroz que engaña a caperucita travistiéndose de su abuela: en resumidas cuentas, es la comunidad ese último lado del ser humano que oculta su naturaleza salvaje.

Es sólo cuando se adentran en la taiga donde pueden convivir con el miedo y la locura: la locura de la naturaleza humana. Dentro de ella hay lo siguiente: maquinaria de leñadores abandonada y corroída por el tiempo; los astronautas que predican sobre el fin del mundo; y la pareja que nunca quiso ser encontrada, sino sólo avisar que estaban bien. Es en ese inclemente bioma donde se pueden alejar de sus inquietudes y descubrir la verdad: la verdad del caso, la verdadera naturaleza de la locura y la verdad de sus propios miedos, miedos que le obligan a regresar a la ciudad.

Es sólo al final, cuando la detective regresa a casa que puede resignarse y aceptar que ha vuelto a fallar, que su caso, tal y como muchos otros, ha sido un mero intento fallido: mas esta vez no por no poder encontrar a la mujer, sino por no poder traerla devuelta. Dentro del plano alegórico, esto podría representar el fallo de reinsertar a unas personas "felices" al mundo cotidiano de la mentira: la mentira donde la detective puede aparentar vivir y estar bien, pero que sabe que debe entregar su informe del caso fallido y encarar sus responsabilidades, de ahí que se dedique sólo a limpiar su casa, desempolvar sus cosas y quiera salir a pasear antes que volver a esa taiga psicológica donde se ve, nuevamente, perdedora.

Esto podría darle una nueva connotación al final del lobo que escapa del zoológico: sería "la Verdad" que ataca incluso cuando uno ya cree haber podido enterrar su pasado y engañarse con una nueva vida: uno puedo huir de la taiga (Verdad), pero la taiga tiene a sus emisarios que nos recuerdan "que se vive, de hecho, en un planeta" (Rivera Garza. Cap., V).

Claro, es menester sustentar esto con más información, pero a buenas y primeras, creo que es una interpretación acertada, me gustaría saber que piensan los demás.