Al final de la escalera

Mejor que los dos anteriores, pero sigo apenada por el recuerdo del primero: insuperable, tanto en sentimientos que me produjo su lectura como en el cariño que se llevaron sus personajes. Aquí los personajes son un 50/50, es más, si no fuese por Álvaro, las estrellas finales serían bastante inferiores. Allison es... ¿cómo decirlo sin que suene mal teniendo en cuenta todo lo que lleva a cuestas, pero que realmente no le debería permitir tratar así a la gente que quiere quererla? Es terriblemente odiosa.

Inicié su historia con cierto tiento y curiosidad, me llamó mucho la atención la roca estable y arrolladora que Julian tiene por hermana en el primer libro, parecía bien plantada, con sus ideas claras, arisca en ocasiones pero le daba el toque ácido a su personalidad perfecta. al conocerla en mayor profundidad hubiese preferido quedarme con esas pinceladas de hace tres libros, ¡es que ni siquiera reconozco a Julian en las pocas escenas que se muestra! Por no decir que, la historia de Álvaro se pierde de lo que se conoce en libros anteriores: así se le dan razones, todas las dimensiones que merece su personalidad y algunos detalles que no coinciden con lo que se ha contado anteriormente (especialmente de los cotilleos que Julian conocía a través de sus ventanas abiertas), pero tengo que admitir que él ha sido lo mejor de este libro y agradezco por mil que esté narrado con dos puntos de vista, si hubiese que tenido que tragarme todo desde la perspectiva de Allison, no lo hubiese podido terminar.

No quiero entrar en spoilers, pero la protagonista deja mucho que desear con sus decisiones para con Álvaro, acepto su pasado y sus traumas, pero no acepto ese tira y afloja porque a ella le viene en gana... hasta que el hilo se rompe y ella se empeña en subir aún más su orgulloso orgullo.

Álvaro es un amor, adorable, encantador, divertido, un apoyo alucinante para sus amigos, su familia, sus posibles parejas que puedan convertirse en estables... Es que es un trocito de pan blandito y bonito del que se conocía apenas su capa más superficial e, incluso en esas, con fórmulas llenas de prejuicios.

Acepto el final, no ha sido totalmente de mi agrado, pero los pasos que llevan a los personajes a tomar esas decisiones y caminos es la perfectamente adecuada y acorde. ¿Voy a seguir leyendo los libros de los demás vecinos si siguen saliendo? Evidentemente, quiero creer que volveré a sentir esas chispas de ilusión que sentí con el primer tomo.

Las diferentes publicaciones de la autora sobre la novela me llamaron la atención, así que pillé la muestra gratuita de Amazon para ver si era lo que me apetecía, y he acabado leyéndola en digital y comprándola después en papel. La he disfrutado muchísimo. Creo que Eleanor Rigby tiene un don para mezclar momentos cómicos con otros más dramáticos. Alison y Álvaro, sus protagonistas, me han conquistado. Ella es hermética, de esas personas que marcan las distancias (siento debilidad por ellas) y tiene un imaginario Diccionario Español de Expresiones Favoritas —me encanta—. Él es un tío de lo más normal, despreocupado, madridista de corazón, fan de ECDL y que te hace sonreír y sentirte relajada. Me ha gustado mucho cómo se ha ido dando su relación y todo lo que comparten. Se habla de la maternidad (uno de mis temas favoritos en la ficción, vete tú a saber por qué) y los secundarios son de traca, imposible no adorarlos a todos.

Reflexiva, divertida, actual, entretenida; a mí me parece una maravilla. Es el cuarto de la serie «Juntos y Revueltos», pero se puede leer de forma independiente (yo lo he hecho). Dan ganas de irse a vivir al edificio n.º 13 de la calle Cortázar. Ojalá tengamos más de esta gente.

Una arriesgada propuesta les abrirá las puertas del amor verdadero.

Al final de la escalera de Eleanor Rigby es la historia de Alison y Álvaro, dos personas con un romance que nos demostrará que no todo es blanco o negro sino que existen colores que pueden poner del revés nuestra vida para llevarnos al centro de la felicidad.

Alison guarda celosamente su vida. Desde hace tiempo quiere tener un hijo, no obstante, sus esfuerzos no han dado resultados. Quien menos espera descubrirá su secreto y le hará una oferta que le será imposible rechazar. Álvaro lleva un tiempo viviendo con sus padres a raíz de su divorcio. Todos lo juzgan por seguir bajo el techo de sus progenitores, pero una de sus razones es la psicóloga del ático, Alison, una belleza que se ha adueñado de todos sus pensamientos. No obstante, la mujer de sus desvelos es bastante cerrada e intenta evitarlo siempre, no será hasta un encuentro fortuito en el que Álvaro descubra cuál es el secreto de Alison y se ofrezca voluntario a ayudarla. Comenzarán una no relación donde ni ella sabe por qué sigue viéndolo cuando sabe que nunca podrán tener nada ya que su pasado no la deja avanzar.

Eleanor Rigby nos presenta a Alison y Álvaro, una pareja que unirá sus caminos para una meta concreta, no obstante, verán que separarse no es tan fácil, sobre todo Álvaro que siente que se ha enamorado de ella. El dolor que Alison padeció en el pasado la ha moldeado tal cual es, una mujer que mantiene las distancias y que no confía sus emociones. Por su parte, Álvaro puede parecer el típico divorciado que vuelve a casa de sus padres para que lo mantengan, nada más lejos de la realidad, pero la opinión que tiene Alison de él le preocupa, quiere hacerle ver lo que lo suyo puede tener futuro si ambos son sinceros. Veremos cómo es Álvaro y todo el dolor que le acarrea el rechazo de Alison, un héroe que nos estrujará el corazón. Una pareja que nos mantendrá en vilo y nos deleitará con la química y pasión que les une, un romance que salvará los corazones de dos personas destinadas a estar juntas para siempre.

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