Se atormenta una vecina

Una novela policíaca con toques de humor. Para mí una buena mezcla entre la serie “aquí no hay quien viva” y el inolvidable detective Colombo (el inspector Cobos me lo ha recordado un poco). Me ha gustado el estilo fresco del autor, sin pretensiones, sin querer ser rebuscado en el vocabulario, con una historia sencilla pero muy bien llevada. Una narración en la que hay un plantel de vecinos de lo más variopinto muy bien retratados. Una novela no muy larga ideal para estas tardes de verano que se lee en dos sentadas.

Estamos ante un thriller cortito de 224 páginas. He de decir que a pesar de ser tan cortito está todo muy bien hilado y al final del libro todo queda muy bien cerrado.
Me ha encantado la pluma del autor y también los toques de humor que le ha metido a la historia, es imposible no comparar a los personajes con los vecinos de "aquí no hay quien viva", además tienen muchas similitudes y esto me ha encantado porque sentía que ya conocía a los personajes antes de adentrarme de lleno en la historia y me ha sido fácil ponerles cara.
El libro comienza con el supuesto suicidio de una vecina del edificio. Cuando Cobos y Ortega van a interrogar a los vecinos uno a uno, estos empiezan a soltar cotilleos a diestro y siniestro haciendo que nuestros policías tengan más trabajo.
Las historias de los vecinos que el autor nos contará a medida que van interrogando a todos me han gustado bastante para conocerlos en más profundidad. También me impactó el pasado familiar de Ortega y en especial el de Cobos.
En cuanto a los vecinos, son todos un show, pero el que más me ha hecho reír ha sido Arsenio. Leí este libro con @lamagiadeunbuenlibro y estábamos flipando en colores y aunque al final descubrimos quien era el malo y sus motivaciones estuvimos todo el libro haciendo teorías. Somos unas buenas Sherlock's.
Os recomiendo mucho este libro, sobre todo entre lecturas, ya que, al ser un libro cortito y con toques de humor, cuando te has querido dar cuenta lo has acabado.

Viajamos a un edificio de vecinos bastante peculiares donde una de ellas es encontrada sin vida después de que Gregoria oyera un fuerte golpe. ¿Estamos realmente ante un suicidio?

El inspector Cobos se encargará de investigar el suceso en compañía de un policía recién llegado, Ortega. El prefiere trabajar solo pero si superior no piensa igual. Todo ello es resultado de un trágico suceso que conocemos a lo largo de la lectura.

Ha sido una lectura entretenida, con una ambientación muy diferente ya que prácticamente todo transcurre en un edificio.

El autor nos presenta a los inquilinos del edificio, cada uno con sus taras, prejuicios y sobretodo extremadamente cotillas. Algo que podría dificultar la investigación y que resulta ser todo lo contrario.

Una lectura ágil para desconectar que he disfrutado bastante exceptuando el final... En mi caso ha sido demasiado previsible. Esperaba un giro final que me sorprendiera pero no ha sido así.

En conclusión: una lectura diferente, entretenida, corta en la que me han faltado cosas que se lee en una tarde y con una ambientación muy original.

El autor nos trae este thriller con un toque de humor y con tan solo 200 páginas que nos enganchan desde el primer momento.
El libro nos traslada a un vecindario bastante peculiar donde ha ocurrido un asesinato y todos los vecinos pueden ser culpables.
El inspector Cobos y su ayudante Ortega serán los encargados de investigar el asesinato, no se esperan todo lo que les viene encima. A todo esto al inspector no le termina de caer en gracia su nuevo ayudante.
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Cuando leí la sinopsis de este libro me produjo mucha curiosidad el toque de humor añadido a que los hechos sucedan en un vecindario asi que me pudo la curiosidad de conocer a estos personajes tan variopintos.
Destacaría la evolución que sufre la relación entre el inspector y su ayudante, la manera en la que vamos conociendo a todos los sospechosos y como viviremos esta investigación.
Respecto a la pluma del autor me ha parecido muy fresca, ágil y con enganche. Sabe darle ese toque diferente para que no sea el típico thriller.

Esto es una historia súper fácil de leer, puedo decir que la devore en media tarde. Yo soy muy fan a los libros policiacos, y al este venir cargado de humor, con personajes muy pintorescos, que tienen una historia de fondo que irás conociendo poco a poco, por esto puedo decir que lo disfrute el doble. Me encantó la trama, Cobos y Ortega son sin duda mis personajes favoritos, él con su recelo hacia el novato, pero en el fondo le tiene un gran aprecio. En esta comunidad de vecinos vas a encontrar de todo, me partía de risa con las ocurrencias de cada uno. Y ya he comenzado con el segundo libro que igual me está gustado mucho.

Cuando leí el título y me fijé en el juego de palabras me llamó la atención.
En una comunidad de vecinos ya sabéis que puede haber líos de todo tipo.
En este caso, una noche, una vecina se precipita al vacío y es encontrada por otra pero, ¿qué ha pasado?
¿Un suicidio?
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Mientras se investiga el suceso, el inspector Cobos deberá luchar con sus propios fantasmas.
Cuando aparece otro vecino colgado de un ventilador y autoinculpandose del anterior suceso, el inspector tiene claro que algo turbio hay en la comunidad.
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Veréis que hay vecinos que seguramente podrías identificar como los vuestros propios 😂
En ese sentido está gracioso el libro.
Es un libro cortito que se lee en un suspiro pero no esperéis una gran historia.
Una historia que mezcla el humor con lo policíaco pero que simplemente es puro entretenimiento.
No profundiza en ningún tema ni es una trama compleja.
Un pasatiempo, diría yo.
Que no es algo negativo, no lo veáis por ese lado.
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Está entretenido pero no sería el primer libro que me vendría a la mente para recomendar.

Una mujer muerta y una comunidad de vecinos donde todos parecen ser sospechosos. David Reinoso nos introduce en esta peculiar comunidad donde un asesino anda suelto.
Un grito en la noche despierta a Gregoria, sus ansias por el cotilleo la lanzan a ponerse la bata y las zapatillas para asomarse al ojo patio y poder saciar ese ansia del saber que pasa tras las ventanas de sus vecinos, pero lo que sus aún somnolientos ojos ven la dejan sin palabras; una mujer yace rodeada de un charco de sangre.
El inspector Cobos y su nuevo ayudante Ortega, serán los encargados de esclarecer lo que en un principio está asignado como un suicidio pero que pronto y gracias a esos “simpáticos” vecinos se convertirá en un verdadero caso al más puro estilo CSI.
Una comunidad un tanto peculiar…
Uno a uno iremos conociendo a los “sospechosos”, a cada cual más estrambótico: Julián y su padre Andrés, una joven pareja de treintañeros Paula y Lucas, Un mejicano bailarín, Belén y Arturo la pareja que tienen como los pijos o Amparo esa vecina que todo lo sabe. Ellos son los vecinos de Maira, la chica que aparece muerta que que todos de algún modo no soportaban. 
Mi valoración personal:
David reinoso debuta en el mundo literario de la mano de se atormenta una vecina, un thriller con ligeros toques de humor donde un asesino anda suelto en una comunidad de vecinos un tanto peculiar.
Con una narración ágil y sencilla, David nos introduce de lleno en una comunidad de vecinos de la mano del inspector Cobos y su ayudante Ortega. Ambos personajes tienen mucho que contar de sus vidas sobre todo Cobos ya que un caso del pasado lo ha mantenido retirado de las calles bastante tiempo.
Con un gran elenco de personajes todos ellos principales, estamos ante una novela policiaca que nos podría recordad perfectamente a un capítulo de Colombo.
Pese a su casi 200 paginas nada queda en el aire, la trama está bien llevada y los personajes perfectamente introducidos sabiendo de ellos incluso como llegaron a ese edificio, pero la resolución final ha sido bajo mi opinión demasiado previsible ya que se intuía desde la mitad del libro.
En conclusión, un libro fresco, entretenido y que se lee en un suspiro recomendado para todos los amantes de series como La que se avecina o Aquí no hay quien viva pero con un toque Noir.

La virtud de lo directo
Cobos está pasando una mala racha, su último caso termino mal y eso lo alejó de su familia, por eso cuando le ponen a un novato, Ortega, para investigar un suicidio en un vecindario se pone a la defensiva. Sin embargo, al llegar allí, nada es lo que parece y los vecinos parecen tener mucho que ver en ello.
Y así, de manera directa y sin mil frases para maquillar lo que sucede y despistar, comienza la historia que David Reinoso nos presenta de manera magistral. Lo cierto es que siendo de género policíaco, podríamos pensar que la narración debe demorarse en los detalles y, sin embargo, nuestro autor nos demuestra que no es necesario.
Siendo una novela breve (un poco menos de 200 páginas) el autor consigue llevarnos por todo el proceso de investigación de manera detallada, con doble cuerpo incluido, y ahondar en la vida de su protagonista, el inspector Cobos, e incluso algunos de los personajes destacados.
A esto tenemos que añadir el elemento de los testigos, en este caso una comunidad de vecinos. Gracias a la intervención de estos personajes y la idiosincrasia que asociamos a lo vecinal tendremos todas las pistas y puntos de investigación incluidos en un solo escenario, lo que potencia aún más la condensación de la novela.
Vivir en comunidad
Comienza la investigación de este supuesto suicidio, cómo no, preguntando a los vecinos. A través de estos personajes conseguiremos ver cómo las rencillas más estúpidas (la compra de un piso) o las relaciones más turbias determinan la vida del edificio. A eso debemos añadir la intencionalidad de los vecinos que, como bien demuestra el autor, no siempre es inocente.
Con esta premisa, teniendo en cuenta que el gag del vecindario es algo que se ha usado en los últimos tiempos, podríamos pensar que es una novela de humor, donde realmente vamos a ver los líos entre vecinos, sin embargo, es mucho más. Sin negar el toque de humor que te recuerda a alguien que has conocido seguro, detrás de él encontramos problemáticas reales e incluso cercanas de los últimos años de nuestra sociedad: problemas de trabajo, sueños frustrados, problemas con las drogas y desgaste de relaciones, son unas cuantas de las cuestiones que podemos encontrar.
Una manera de hacer
Lo cierto es que el detective Cobos es quizá uno de los detectives más sólidos de lo que me he encontrado últimamente. No solo tiene ese toque canalla, sino que además tiene una intuición muy aguda y un compañero a la altura. Sin embargo, hay que reconocer que no se conseguiría dar la potencia a este protagonista en un espacio tan breve si el estilo de Reinoso no fuera el que es.
La prosa de nuestro autor es una prosa muy directa, y sé que muchas veces decimos esto, pero en el caso de David él escribe lo que quiere escribir, no hay doblez ni engaño y es de agradecer, porque de esta manera las piezas de su puzle encajan porque lo ha diseñado bien, no porque tenga piezas comodín. A esto debemos añadir unos diálogos que son muy creíbles y cercanos, y una gran agilidad para hacer avanzar la trama.
Qué difíciles son los vecinos
Pero no nos vamos a olvidar que el libro sobre todo es para disfrutar. La novela tiene un toque de humor muy curioso basado en nuestros lugares comunes (la cotilla, el marido panoli, etc.), tras el cual vemos temas de calado. Además, los personajes no nos son ajenos, con lo que podemos identificarnos bastante bien con ellos, la trama avanza gracias a unos diálogos que fluyen perfectamente sin demorarse en los detalles innecesarios y, con todo ello, aún con su brevedad, tenemos todos los ingredientes que necesitamos para una policíaca que dé gusto leerla.
Espero que os animéis con ella porque es una dosis estupenda para una tarde cualquiera disfrutando de un buen libro. Espero que os guste.

Enlace: http://ellibroenelbolsillo.b..

Una mujer aparece muerta en un patio de vecinos. Cuando el inspector Cobos y su nuevo compañero, el joven y apocado Ortega, se presentan en el lugar de los hechos, se dan cuenta inmediatamente de que no fue un suicidio. El disparatado vecindario guarda muchos secretos, y casi todos mienten.

Este libro de apenas cien páginas me ha resultado muy entretenido y fácil de leer. Es como si en La que se avecina o Aquí no hay quien viva se cometiera un asesinato. Los personajes son muy reconocibles, muchos incluso coinciden los nombres.

A pesar de que hay unos asesinatos y unas investigaciones es un libro con el que se me ha escapado alguna carcajada.

Un libro entretenido sin más.

Se atormenta una vecina es un libro muy cortito,de apenas 200 páginas (199 para ser exactos) y tengo que decir que me ha gustado muchísimo, venía de leer una lectura que no me acabó de convencer y necesitaba algo ligero y que me enganchase y sin duda fue una gran elección.

Es un libro policiaco y pese a su reducido número de páginas nos da todos los detalles que necesitamos saber sobre la investigación y no deja ningún cabo suelto. Incluso nos cuenta como cada uno de los vecinos ha llegado a vivir en ese edificio, lo que hace que te introduzcas mucho más en la historia. Además cuenta con toques de humor.

El autor tiene una pluma muy ligera y no usa vocabulario rebuscado para el tipo de género que es. Te lo lees de una sentada.

Mientras lo leía no pude evitar acordarme de la serie de Aquí no hay quien viva o de la que se avecina.

Un edificio con vecinos muy variopintos, un muerto en el patio ¿suicidio? ¿asesinato?, una investigación del detective Cobos y el agente Ortega, muchos secretos, mentiras, recuerdos del pasado, si quieres saber como termina esta historia no dudes en adentrarte en ella.