Estamos ante un thriller cortito de 224 páginas. He de decir que a pesar de ser tan cortito está todo muy bien hilado y al final del libro todo queda muy bien cerrado. Me ha encantado la pluma del autor y también los toques de humor que le ha metido a la historia, es imposible no comparar a los personajes con los vecinos de "aquí no hay quien viva", además tienen muchas similitudes y esto me ha encantado porque sentía que ya conocía a los personajes antes de adentrarme de lleno en la historia y me ha sido fácil ponerles cara. El libro comienza con el supuesto suicidio de una vecina del edificio. Cuando Cobos y Ortega van a interrogar a los vecinos uno a uno, estos empiezan a soltar cotilleos a diestro y siniestro haciendo que nuestros policías tengan más trabajo. Las historias de los vecinos que el autor nos contará a medida que van interrogando a todos me han gustado bastante para conocerlos en más profundidad. También me impactó el pasado familiar de Ortega y en especial el de Cobos. En cuanto a los vecinos, son todos un show, pero el que más me ha hecho reír ha sido Arsenio. Leí este libro con @lamagiadeunbuenlibro y estábamos flipando en colores y aunque al final descubrimos quien era el malo y sus motivaciones estuvimos todo el libro haciendo teorías. Somos unas buenas Sherlock's. Os recomiendo mucho este libro, sobre todo entre lecturas, ya que, al ser un libro cortito y con toques de humor, cuando te has querido dar cuenta lo has acabado. |