El autor nos trae este thriller con un toque de humor y con tan solo 200 páginas que nos enganchan desde el primer momento. El libro nos traslada a un vecindario bastante peculiar donde ha ocurrido un asesinato y todos los vecinos pueden ser culpables. El inspector Cobos y su ayudante Ortega serán los encargados de investigar el asesinato, no se esperan todo lo que les viene encima. A todo esto al inspector no le termina de caer en gracia su nuevo ayudante. · Cuando leí la sinopsis de este libro me produjo mucha curiosidad el toque de humor añadido a que los hechos sucedan en un vecindario asi que me pudo la curiosidad de conocer a estos personajes tan variopintos. Destacaría la evolución que sufre la relación entre el inspector y su ayudante, la manera en la que vamos conociendo a todos los sospechosos y como viviremos esta investigación. Respecto a la pluma del autor me ha parecido muy fresca, ágil y con enganche. Sabe darle ese toque diferente para que no sea el típico thriller. |