Y todos los recuerdos voluptuosos que llevaba consigo salir de casa de ella eran otros tantos esbozos, otros tantos "proyectos" semejantes a los que nos muestra un decorador, que permitían a Swann hacerse una idea de las actitudes ardientes o extasiadas que ella podía tener con otros. De modo que llegaba a lamentar cada placer que gozaba a su lado, cada caricia inventada cuya dulzura había cometido la imprudencia de señalarle
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