¡Nunca tengo nada que hacer! Siempre estoy libre, lo estaré siempre para usted. A cualquier hora del día o de l a noche, si le resulta cómodo verme, mande a buscarme, y me sentiré muy dichosa viniendo. ¿Lo hará? ¿Sabe que sería estupendo?
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¡Nunca tengo nada que hacer! Siempre estoy libre, lo estaré siempre para usted. A cualquier hora del día o de l a noche, si le resulta cómodo verme, mande a buscarme, y me sentiré muy dichosa viniendo. ¿Lo hará? ¿Sabe que sería estupendo?
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Comprendo que, pobre de mí, no soy nada al lado de grandes sabios como ustedes
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Acudimos en su ayuda, lo falseamos mediante la memoria, mediante la sugestión. Al reconocer uno de sus síntomas, recordamos, hacemos renacer los otros
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Tiempo atrás, uno soñaba con poseer el corazón de la mujer de la que estaba enamorado; más tarde, sentir que poseemos el corazón de una mujer puede bastar para enamorarnos de ella
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No le había parecido carente de belleza, desde luego, pero sí de un tipo de belleza que lo dejaba indiferente, que no le inspiraba deseo alguno y que incluso llegaba a causarle una especie de repulsión física, una de esas mujeres como las que todo el mundo tiene
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Volvía a encontrar fascinación en esa vida mundana de la que ya estaba hastiado, pero cuya materia, impregnada y coloreada cálidamente por una llama insinuada que ardía en su interior, le parecía preciosa y bella en cuanto le había incorporado un nuevo amor
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A menudo he querido ver de nuevo a una persona sin darme cuenta de que lo deseaba simplemente porque me recordaba un seto de espinos blancos, y he sido inducido a creer, a hacer creer en un renuevo de cariño, por un simple deseo de viaje
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La parte de Méséglise con sus lilas, sus espinos blancos, sus acianos, sus amapolas, sus manzanos, y la parte de Guermantes con su río de renacuajos, sus ninfeas y sus botones de oro, han formado por siempre jamás para mí la figura de las tierras donde me gustaría vivir
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Cierto que esa vida (la intelectual) progresa dentro de nosotros de forma insensible y que con mucho tiempo por delante vamos preparando el descubrimiento de las verdades que a nuestros ojos han cambiado su sentido y su aspecto, que nos han abierto nuevos caminos; mas no lo sabíamos, y por eso datan para nosotros del día y del minuto en que se nos volvieron visibles
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La zona de tristeza en que acababa de entrar era tan diferente de la zona a la que hacía apenas un momento me lanzaba lleno de alegría, como en ciertos cielos una banda rosa está separada como por una línea de una banda verde o de una negra
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Es un poema épico griego compuesto por 24 cantos, atribuido al poeta griego Homero. Narra la vuelta a casa, tras la guerra de Troya, del héroe griego Ulises