Cariño, llevo toda la noche llameando De manera intermitente: encendiéndome y apagándome. Las sábanas son ya tan pesadas como el beso de un lascivo |
Cariño, llevo toda la noche llameando De manera intermitente: encendiéndome y apagándome. Las sábanas son ya tan pesadas como el beso de un lascivo |
¡Qué maravilloso es no tener ataduras! Yo soy tan solitaria Como la hierba. Entonces ¿qué es lo que echo en falta? Sea lo que sea, ¿lo encontraré algún día? |
... los rostros sin rostro de los hombres importantes. Son ellos, esos hombres, los que me preocupan: ¡Sienten tantos celos de todo lo que no sea vacuo! Son dioses celosos, sí, A los que les gustaría volver el mundo tan vacuo, tan plano como ellos |
En mí, el estar tendida es algo connatural. Entonces el cielo y yo conversamos abiertamente. Y seguro que seré más útil cuando al fin me tienda para siempre : Entonces quizás los árboles me toquen por una vez Y las flores, finalmente, tengan tiempo para mí |
Marinero en tierra