Soy una de cada cinco, o algo así. No estoy desesperada. Soy hermosa como una estadística. Aquí está mi lápiz de labios.
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Soy una de cada cinco, o algo así. No estoy desesperada. Soy hermosa como una estadística. Aquí está mi lápiz de labios.
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Las plantas de sus pies no han tocado nada. Son caminantes del aire.
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Mi hija no tiene dientes. Su boca es ancha y emite sonidos tan siniestros que no puede ser buena.
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Estoy desamparada como el mar en el extremo de su cordón. Me siento intranquila. Intranquila e inútil. También yo creo cadáveres.
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Y ahora el mundo concibe su fin y corre en pos de él, los brazos tendidos hacia el amor. Un amor de muerte que todo lo enferma.
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Piede semejante inocencia matar y matar? Ordeña mi vida.
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Y qué si dos vidas se escurriesen entre mis muslos?
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Oh, color de la distancia y del olvido! Cuándo llegará el segundo en que el Tiempo rompa y la eternidad lo sumerja, y me hunda por completo?
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Estoy tranquila. Estoy tranquila. Es la calma que precede a algo terrible
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Tal vulgaridad no puede ser sino sagrada
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Marinero en tierra