Amigos, amantes y aquello tan terrible

Apenas sabía nada de este actor salvo la serie tan famosa Friends que protagonizó, pero quizás por diferencia de edad no lo he seguido tanto me hubiera gustado y luego he alucinado con la serie de personas que se codeó y con quienes compartió escenarios. Bruces Willis, personaje al que siempre respetaré y admiraré.
El autor habla prácticamente de cómo fue su carrera profesional y personal desde bien pequeño y como le llevo a tomar caminos completamente erróneos que le llevaron a estar a punto de la muerte.
Tuvo una infancia difícil con la separación temprana de sus padres, pero nunca va a justificar el camino que tomó. No es un buen ejemplo para que los niños lean este libro. Pese a que dice que se equivocó lo hizo, y si lo hizo otros pueden coger su ejemplo, y para nada es justificable lo que empezó a hacer desde pequeño ¿Quién tuvo la culpa? ¿Unos padres que rehicieron su vida muy pronto? ¿falta de atención en el colegio o en casa? No lo sé, pero en ningún es un ejemplo a seguir.
Tuvo mil oportunidades de desintoxicarse amigos que le apoyaron, pero él y solo él tuvo la culpa de recaer y recaer. Sí que se dice muy pronto desde el otro lado de la barrera, pero contar como se recae y se recae para ver que cuando ya casi te mueres decides salir no es un buen ejemplo, aunque me quedo con el final, es que SE PUEDE.
Lo veo una persona débil hecho así mismo, cualquier excusa era buena para recaer, y no, en ninguna de sus rehabilitaciones como el bien dice, estaba curado, porque si lo hubiera estado no hubiera recaído.
Es una situación muy difícil la que vivió este actor y sin embargo lo tuvo todo. La mejor sonrisa del mundo, la de Julia Roberts. Que perdió por lo inseguro que era. Fama, con su serie que triunfó durante muchos años en cadena dentro del top five, películas y se hizo multimillonario. Sus escasos valores, su fuerza de voluntad y sobre todo su falta de autoestima le llevaban a recaer.
Una pena, porque habiendo tenido la carrera y la vida que tuvo podía haber disfrutado muchísimo de ella y no haber sufrido ni haber hecho sufrido a los que estaban a su alrededor.
Sirvan esta biografía para poder ayudar a alguien que se encuentre en su misma situación.
Como novela me ha hecho sufrir y ganas de haberle dado un capón al actor, pero entiendo que no debe ser fácil ser un eterno enfermo de las drogas.

Ojalá poder decir que este libro me ha encantado. Eso es lo que yo quería. Pero me temo... que no.

Adoro Friends desde que tengo uso de razón (aunque es cierto que algunos episodios han envejecido mal). Chandler es, me atrevería a decir, mi personaje favorito. Esperaba que esta autobiografía me transportara a una vida de Matthew que no es la que ha sido. Eso, en parte, es culpa mía.

Pero es que Matthey pasa todo el libro hablando de su adicción (drogas, alcohol, tabaco). Una y otra vez, de forma repetitiva. Es el eje del libro, como lo ha sido de su vida. Puedo entenderlo. Aún así, llega un momento en que pierde totalmente mi interés.

Tiene un enfoque victimista que, al final, aburre un poco. Todos tienen la culpa de lo que le pasa, menos él. Culpa a su madre, a su padre, a las mujeres que han pasado por su vida (su pérdida como detonante de volver a beber/drogarse), y a Dios (un Dios que se hace mucho más - demasiado - presente al final del libro). Es una víctima de su condición.

Y si ya pensamos en su forma de hablar de las mujeres como si fueran cosas, objetos...

El relato de la vida de una persona enferma, bien podría haber despertado en mí cierta ternura o compasión. Pero no. Lo plantea de una manera que no me ha gustado. Y me da pena, porque me encantaría decir lo contrario. Si algo bueno extraigo de la lectura de este libro es que ahora veré Friends teniendo más elementos para entender según qué cosas. Pero bueno, no, no es el libro que esperaba.

Estas son las memorias más duras que he leído y cuyo protagonista más perdido ha estado.

No os podéis perder el prefacio escrito por Lisa Kudrow, Phoebe en Friends. Ni tampoco las fotos personales a mitad del libro.

La verdad es que no entiendo mucho de drogas, pero con este libro casi me explota la mente. Va comparando las temporadas de Friends con su estado de adicción. Y, aunque pasa por varios episodios de salud, sin duda creo que el más heavy es cuando cuenta cómo le explotó el colon, a causa del estreñimiento que provocan los opiáceos y cómo tenía sólo un 2% de probabilidades de sobrevivir.

No os imagináis cuánto he llorado con este libro. Estos son algunos de los momentos más desgarradores:
-Imaginar a ese niño, que cada vez que soplaba las velas en su cumpleaños deseaba lo mismo: "quiero que mis padres vuelvan a estar juntos"
-Cómo sus padres (nada preparados para tener un bebé) le abandonaron con sus abuelos.
-La obsesión por llamar la atención de su madre y conseguir su aprobación.
-Compara a sus compañeros de Friends con los pingüinos. Ya que, cuando uno está herido, el resto de la manada se agrupa a su alrededor y le apoya hasta que se recupera. Y esto fue lo que hicieron con él.

Tuvo una vida llena de miedos (al abandono, a la soledad, a recaer...), inseguridades, vicios y desfases... incapaz de disfrutar de nada si no se colocaba. Vivía con constantes pensamientos destructivos como "no soy suficiente, no le importo a nadie, soy demasiado dependiente...". No sé qué hizo más veces, colocarse o desintoxicarse.

Su intención al escribir este libro fue que llegase a gente como él y les pudiese ayudar y acompañar (no dar pena). Invirtió millones de dólares en ayudar a otros, incluso, convirtió su propia casa en una residencia de desintoxicación.

No deja de ser un relato autobiográfico de un personaje conocido, de una estrella de Hollywood y sobre todo de la televisión, que efectivamente puede resultar atractivo para los aficionados a la serie, y en especial para los fans del personaje de Chandler.
Sin embargo, para mí ha sido más que eso...

Además de las dosis justas y perfectas de humor y salseo, junto con datos muy curiosos sobre la industria cinematográfica, Matthew Perry, (" Matty"), nos ofrece con gran valentía y honestidad un ejercicio de introspección, desvelando los episodios más crudos de su larga lucha contra la adición (que contrariamente a los que se puede presuponer, empezó mucho antes que la fama), los innumerables programas de rehabilitación y las no pocas ocasiones en que llegó a tocar fondo e incluso en poner en riesgo su vida.
Lejos de ser un relato descarnado, morboso o desagradable, consigue transmitir esperanza y agradecimiento a todas aquellas personas que estuvieron y están a su lado en los peores momentos, y sobre todo una gran fuerza de voluntad (a pesar de cada recaída), gracias a la que millones de personas disfrutaron durante años de las risa y la jovialidad que el actor nos regaló a través de las ocurrencias de Chandler, sin que nadie pudiera imaginar el infierno que estaba atravesando cuando por fin había alcanzado el éxito y parecía que lo tenía todo para ser feliz.

Empezaré contándoos que es un libro que recomiendo absolutamente a todos

Da igual si eres fan de la serie o no, si te gusta el humor o prefieres los dramas, si conoces a alguien con problemas de adicción o no... simplemente te recomiendo que no te pierdas esta experiencia.

Matthew Perry ha hecho una obra maestra imperdible, sea cual sea tu circunstancia y la de los que te rodean, porque creo firmemente que este libro puede ayudar a cualquiera y puede ayudar a ayudar (valga la redundancia) a los demás

Describe de una manera tan cercana y realista los problemas que ha tenido, que es como si los estuvieses viviendo. Esta biografia es la visión de toda una vida, en la que puedes entender perfectamente cómo se puede llegar a este problema de las adicciones y lo difícil que es salir. Pero que, efectivamente, se puede salir.

Me ha sorprendido la sencillez y humildad que ha tenido este famoso actor para poder contar lo que nunca vemos en los postureos y filtros de redes sociales: sus fallos, su debilidad, la cara menos amable de la vida, lo que es tocar fondo...pero también ese rayo de luz al final del túnel.
Muy recomendable