Alguien dijo una vez que tienen más importancia los silencios de los amigos que las palabras de los enemigos.
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Alguien dijo una vez que tienen más importancia los silencios de los amigos que las palabras de los enemigos.
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En mi cabeza, resonaba el coro de Dies irae. Lo había escuchado cientos de veces, pero aquel día comprendí su verdadero significado: día de ira, aquel día en que los siglos se reduzcan a cenizas. Como testigos, el rey David y Sibila. jCuánto terror habrá en el futuro cuando venga el juez a exigirnos cuentas rigurosamente!
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A veces, la distancia no se mide en kilómetros
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Un revés nunca es un paso equivocado, es un paso más en dirección opuesta a la que tienes que seguir.
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Llagas viejas tarden sanan
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El secreto de la existencia no consiste solamente en vivir, sino en saber para qué se vive
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Sancho había llegado, como de costumbre, con algunos minutos de antelación y se había sentado en una mesa frente a un gran ventanal del que se descolgaban dos grandes cortinones de un rojo corinto. Desde allí, podía contemplar la magnífica postal de aquella singular plaza abierta al mar, la más grande de Europa. En aquel lugar de dorada atmósfera costumbrista, se mezclaban los olores a café intenso, a cuero centenario y a madera de alto linaje.
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Como relataban los psiquiatras en su informe, los primeros días de esos soldados, realmente los primeros días para cualquiera que se encuentra en las turbulencias de una guerra, suceden entre el miedo y el pánico por lo que ocurre alrededor.
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Es un cuerpo creado a partir de la unión de distintas partes de cadáveres diseccionados, escrito por Mary Shelley a partir del reto literario de Lord Byron.