Lo fantástico de estos cuentos hay que entenderlo no en el sentido de la literatura de Poe o Lovecraft sino en el escape de la realidad cotidiana y prosaica. Destacaría dos cuentos: "la novela en el tranvía" y "la mula y el buey". El primero es muy divertido y metaliterio, cervantinamente paródico de las novelas de folletín, que son el germen de la literatura galdosiana. El segundo es un cuento de Navidad lleno de ternura y conmovedor que poco tiene que envidiar a Dickens. Excelente recopilación que descubre una faceta poco habitual de nuestro autor. |