A un lado de la carretera

En mi habitación, dejé escapar un suspiro tan profundo como el que acababa de atribuirle a Coral en la novela. Escribir sobre ella, imaginarla padeciendo esos trances seguía afectándome más de lo que hubiera podido anticipar.

En el fondo, todo el mundo está deseando hablar, lo que falta es gente que les pregunte y los escuche de verdad.

Su dureza era la de la hierba que florece en el asfalto.

Hay sabores que solo se obtienen de viejas cafeteras y consuelos que solo se encuentran en los brazos de viejos amigos.

Todos somos en el fondo unos hipócritas llenos de contradicciones.

Su dureza era la de la hierba que florece en el asfalto

Llega un momento en que hasta las causas más nobles resultan agotadoras de defender.

Hay sabores que se obtienen de viejas cafeteras y consuelos que solo se encuentran en los brazos de viejos amigos.

"Sentado al ordenador en una de las habitaciones, comencé a escribir el primer capítulo de mi novela sobre lo ocurrido en el Hotel Restaurante Plácido.

En su linea.Un 10