La paradoja de la vida es que no hay una sola cosa, sino muchas, entretejidas cual telaraña. No puedes extraer una sola de las muchas que hay sin deformar ambas…
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La paradoja de la vida es que no hay una sola cosa, sino muchas, entretejidas cual telaraña. No puedes extraer una sola de las muchas que hay sin deformar ambas…
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Había sobrevivido a su vida, pensaba. No había sido madre de unos hijos que realmente la necesitaran durante muchos años. Lloró cuando la última, Sophia, se fue hace años, pero también respiró hondo, con alivio o resignación.
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¿Con qué frase empieza esta novela?