Veinte poemas de amor y una canción desesperada

Como muy bien lo demuestra el título del libro estamos ante 20 poemas de amor y una canción desesperada.

Por ahí el poema 10 me hizo pensar en lo complicados que somos los humanos e incluso me puse a teclear furiosamente en mi celular para mandar estas palabras a esa persona ausente.

"Entonces, ¿Dónde estabas?
¿Entre que gentes?
¿Diciendo qué palabras?
¿Por qué se me vendrá todo el amor de golpe
Cuando me siento triste y te siento tan lejana?"

¿Y cómo olvidar aquella primera frase demoledora del poema quince?
"Me gusta cuando callas, porque estas cómo ausente".

Más adelante la oscuridad, el deseo y el anhelo del poema 18 simplemente me hicieron viajar a otro tiempo, a un bosque frío donde de pronto te das cuenta de que amas a alguien a la lejanía.
"Se fatiga mi vida inútilmente hambrienta.
Amo lo que no tengo. Estas tú tan distante".

El poema 19 me hizo reír y sentí como que Neruda me lo había escrito (egocentrismo a otro lado), fue como un guiño a mi persona.
"Niña morena y ágil, el sol que hace las frutas
El que cuaja los trigos, el que tuerce las algas,
Hizo tu cuerpo alegre, tus luminosos ojos
Y tu boca que tiene la sonrisa del agua".

Y bueno, ¿quién no conoce el poema 20?, aquella oda a un corazón quebrado.
"Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise y a veces ella también me quiso."

Aunque si de frases arrolladoras vamos probablemente ninguna sea tan famosa como aquella (también del poema 20) que enuncia así:
"Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido".

Sinceramente lo empecé desganada sin prestar atención y con un aire aburrido, pero conforme leía me fue entrando el sentimiento, el amor y el deseo de aprender tan hermosas palabras, solo porque sí.

Así que Pablo Neruda se tiene bien ganado su lugar como grande de la poesía y por lo menos a mí me ha ganado entera con sus palabras.
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