En Clave de Sol

Hacía tiempo que seguía a la autora en Instagram, y no sigo a mucha gente que escribe sus cosas en las redes sociales y sube sus escritos, pero sus textos me llamaban la atención. Hace poco descubrí que vendía su libro, parte de ella, por Amazon, y decidí leerlo. le amparaba la cantidad de escritos, pensamientos y poemas que iba subiendo asiduamente a la red social, porque sino quizá no me hubiera atrevido. No obstante he de decir que no me equivoqué.

Leer a Nadia Narváez es un ir y venir en olas, sintiendo el salitre en tu cuerpo, mientras escuchas la melodía de la vida a tu alrededor. Es como un eco agradable que resuena en tu cabeza, mientras lees sus escritos y devoras página tras página. Puedes leer el libro en poco tiempo, pero si de verdad quieres disfrutarlo, tardas un poco más, pero el tiempo merece la pena.

La poesía tiene que hacerte sentir, pero la de Nadia Narváez da un paso más y además de expresar maravillosamente cada sentimiento enfrentado, no solo sientes por empatía, sino que hueles, ves, palpas, oyes, saboreas cada nota de cada uno de los versos que aparecen en el libro. Es un conjunto de poemas que despierta los cinco sentidos, uno tras otro, palabra tras palabra. En serio, al leer eres capaz de oler el mar, saborear la sal de las olas, oír cada nota de su melodía, ver las lágrimas que recorren las mejillas de alguien roto, palpar las sábanas en las que hace un momento yacía el amante…

También conviene destacar los juegos de palabras usados en muchos de los poemas. Resultan brillantes y muy ingeniosos, y me han parecido un golpe fresco de vez en cuando. En este poemario se mezclan poemas cortos con otros de más de quince versos, y esto hace que se aligere la lectura un poco, aunque, como dije anteriormente, si se quiere disfrutar profundamente, es necesario dar un tiempo a cada uno. Una se pregunta de vez en cuándo que habrá pasado en la vida de la autora para que escribiera tal o cual verso o poema, y hace darte cuenta de que un libro como este no es solo un puñado de páginas más, sino una parte de esa persona que lo ha escrito.

Hacía tiempo que no leía poesía, pero últimamente intento que sea escrita por una mujer, porque me siento más identificada en la mayoría de las ocasiones. Nadia Narváez se ha hecho su hueco en la parte de mi librería dedicada a mis poetisas favoritas.