Fuera como fuese, teníamos hambre. No, no es que tuviésemos hambre. Era más bien la sensación de haber engullido todo un vacío cósmico. Al principio parecía algo muy pequeño, como el agujero de un dónut. Pero, conforme pasaban las horas fue aumentando rápidamente de tamaño en nuestro interior hasta convertirse en una nada insondable.
|