Pero yo temía llamar la atención. No me imaginaba sentada en un bar, tomando café y pregonando al mundo que no tenía nada que hacer ni lugar adonde ir.
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Pero yo temía llamar la atención. No me imaginaba sentada en un bar, tomando café y pregonando al mundo que no tenía nada que hacer ni lugar adonde ir.
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Lorna no estaba acostumbrada a la poesía y no abandonaba fácilmente lo que no entendía enseguida. Pero con los poemas de Lionel le pasaba más o menos lo mismo que con el budismo: eran un recurso que quizá comprendiera y le sirviese en el futuro, pero que de momento se le escapaba.
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Gregorio Samsa es un ...