Ya casi ni nos acordamos de la crisis griega, no sé si porque la nuestra es igual o más grande o por la cantidad de nuevos acontecimientos que hacen que unas noticias olviden a otras. Aquí estamos en plena crisis en Grecia, con recortes y penalidades, que para los griegos son fuertes y para el FMI son necesarias y suaves y nuestros protagonistas siguen con sus vidas, l Comisario le encargan el caso del asesinato de un banquero jubilado, en un principio pudiera ser un atentado terrorista, pero después vemos todo lo contrario. La investigación está cogida un poquito con pinzas, al igual que la resolución del caso, pero, aún así, da gusto ver al Comisario cascarrabias moverse por su Atenas con un coche nuevo (echamos de menos el Supermirafiori). |