Tren bala

"Tren bala" es una novela de Kotaro Isaka con mucha acción y humor, de fácil lectura, con diálogos entretenidos y, a veces, absurdos. Me ha resultado muy entretenida y divertida, si la película es fiel a la novela tiene que ser desternillante.

Casi toda la acción transcurre en un tren de alta velocidad, en un trayecto de dos horas y media, donde se juntan cinco delincuentes con diferentes misiones. Limón y Mandarina deben custodiar al hijo de un mafioso al que han rescatado de un secuestro, y la maleta que contiene el dinero del rescate. Nanao, un sicario con muy mala suerte y al que todo le sale al revés de lo esperado, tiene la misión de robar la maleta que contiene el rescate y bajarse en la primera parada del tren. Kimura, un alcohólico y delincuente de poca monta, ha subido al tren para vengarse de un adolescente psicópata y manipulador, al que apodan "El Príncipe", que empujó a su hijo de corta edad desde un tejado dejándolo en coma.

Éstos y otros personajes que viajan en el tren nos harán pasar un buen rato de suspense e intriga, las escenas se irán sucediendo, unas cómicas y otras no tanto, encuentros inesperados entre los protagonistas, una maleta muy viajera que aparece y desaparece continuamente, algunas muertes, accidentales o no tanto... hasta llegar al último destino.

¿Quién saldrá vivo de esta aventura? ¿A quién le tocará la peor parte? al final... ¿Ganan los buenos? ¿Los malos? ¿Los no tan malos? Ya sabes lo que tienes que hacer para averiguarlo, si te decides puedes pasar unos buenos ratos de amena y divertida lectura.

¡Feliz lectura!

Con el bombo que le han dado a esta película, era difícil resistirse a leer el libro. Cuando comienzo un libro de autoría japonesa, siempre lo hago con algo de miedito porque sin duda es una literatura bastante diferente a la que estamos acostumbrados. Sin embargo Murakami se encuentra entre mis autores favoritos (eso sí, sus libros hay que dosificarlos) por lo que me gusta ir probando otros autores.

Creo que este es el primer thriller japonés que leo ya que Confesiones no lo catalogaría como tal.

¿Qué me he encontrado? Pues lo primero que me viene a la cabeza es que todo es muy loco. Los personajes, la acción, la historia en sí. ¿Me ha gustado? Podría decir que sí. No va a estar entre mis favoritos pero no me arrepiento de haberlo leído.

El libro se estructura en capítulos con el nombre/mote del protagonista o protagonistas o algo que los identifique. Por ejemplo: Nanao, Fruta, El príncipe, campanilla morada… A lo largo de estos capítulos podremos conocer o bien como está viviendo en el presente el personaje la historia o bien algo de su pasado que nos ayude a entender su manera de actuar.

Reconozco que al principio es un poco lioso tener tantos personajes, pero con un pequeño croquis se arregla.
Todo se desarrolla en un tren bala o Shinkansen japonés, que es “parecido” al “Ave” español. En los diferentes vagones de una de las partes del tren (está dividido en dos hileras que no se comunican), coincidirán sin saberlo varios personajes cuya profesión no es precisamente la que querrías para tus hijos. Llamémosles eufemísticamente “solucionadores de problemas”. Cada uno con sus debilidades, sus fortalezas y sus rarezas. Nanano y su mala suerte, Limón y sus trenes, mandarina y sus citas literarias…

Durante todo el libro suceden cosas sin parar y hay que estar bien atento para no perder detalle.

Es un libro bastante original con unos protagonistas muy peculiares que no tienen desperdicio. El autor consigue que cojas cariño a algunos personajes que no son de la mejor ralea y lo mejor es que consigue que llegues a odiar a un niñato, ¡en mi vida me ha había pasado!.

En definitiva, no es un libro que recomendaría a todo el mundo pero que sin duda merece la pena probar. Tengo ganas de ver la película para ver cómo han llevado todo eso a la pantalla.

Para los que lo leáis: ¡Buen viaje! ¡Ah¡ y una cosas más yo que vosotros saldría con el pipí hecho en casa 😉

¡Me ha encantado!

En esta novela encontraréis un puñado de asesinos a sueldo dentro de en un tren bala haciendo lo que mejor saben hacer, un misterioso maletín y unos diálogos ingeniosos que aportan frescura y un toque de chispa al conjunto.

Como lector yo también he sentido que viajaba en un tren bala. En movimiento, gracias a las escenas de acción y tensión, la trama avanza a toda velocidad, pero también hay momentos en los que la novela bala se detiene y los personajes charlan sobre la muerte, sobre el alcoholismo, sobre la suerte o sobre Thomas y sus amigos.

Son personajes en situaciones límite hablando como si estuvieran en el salón de su casa. ¡Gran contraste en un viaje muy divertido!

Para hablar de ‘Tren bala' del japonés Kotaro Isaka, necesito que cojas una coctelera y vayas echando lo siguiente: un shinkansen (tren bala), varios asesinos, uno de ellos con malísima suerte, un padre en busca de venganza, un adolescente insoportable, un rescate que sale mal, una serpiente, una maleta con un contenido valioso y misterioso, toques de humor, un poco de controlado sinsentido, algo de violencia y toques filosóficos. ¿Lo tienes todo? Pues bien, ahora agítalo fuerte, sírvelo bien frío y tendrás tu novela lista para disfrutar.
 
Una historia donde no paran de pasar cosas, con constantes cambios de narrador y con personajes con distintos objetivos pero que se verán poco a poco conectados. Honestamente, me ha parecido un thriller (por la velocidad, del tren bala (jeje) y de la narración, que por tensión) muy fresco y original. Lleno de humor y de diálogos que mezclan lo absurdo con lo filosófico (si te gustan los guiones de Tarantino, este libro es para ti).
 
A pesar de finalmente haberlo disfrutado mucho, tengo que decir que algún capítulo se me hizo bola porque llega un momento donde la trama del tren se para para mostrarnos algunos flashbacks, que aunque dan contexto a la historia principal, sentí algunos de ellos muy repetitivos. Ahora bien, pasado ese tramo tengo que decir que me conecté mucho a la novela y estaba deseando saber cómo estallaría todo… porque a ver… ese cóctel que hemos preparado al principio, a poco, nos hace intuir que habrá sangre tarde o temprano.
 
A pesar de ser un thriller, la fuerza más que en la historia, reside en los personajes. Imposible que no te despierten alguna sonrisa, o si eres como yo, de risa fácil, carcajadas en voz alta. Y también… ¡un gran odio! Prometo que hacía tiempo que no deseaban una muerte cruel a un personaje como a uno de este libro. Isaka juega bien sus cartas y crea un abanico de personalidades que se complementan y chocan de una forma que no puede funcionar mejor.
 
No me sorprende nada que haya una adaptación al cine de este libro porque es absolutamente visual, tanto el propio escenario, como los numerosos y brillantes diálogos, que creo que pueden explotarse de una forma increíble para la gran pantalla.
 
Tengo que decir también que es una pena que el libro no se haya traducido directamente del japonés, ¡con la de geniales traductorxs que hay!
 
En cualquier caso, si bien no ha sido una de esas lecturas que te engancha y no puedes soltar, es un libro que me ha divertido mucho y sitúa a Isaka en mi lista de autores que ojalá sigan traduciendo.

¿Por qué es malo matar personas? Esta pregunta nos persigue todo el libro gracias a un personaje, adolescente, bastante sombrío y que se queda con nosotros tiempo después de la lectura.

Con buen ritmo, todo transcurre dentro de un tren donde hay multitud de matones a sueldo tratando de cumplir una misión. El problema es que parece ser que todos chocan en la misión que quieren conseguir. Con personajes bien desarrollados, algunos con un toque cómico con su mala suerte, el autor consigue que estemos más que atrapados queriendo buscar la relación de cada personaje y buscando entender el motivo de todo lo ocurrido.

Eso no lo sabremos hasta el final, obvio, pero durante el camino disfrutaremos de grandes conversaciones, de buenas luchas y de una gran dosis de tensión. Y el final, con la aparición estelar de unos personajes oscuros, deja muy bien cerrada toda la historia.

Sin duda, libro recomendado si te gustan los thrillers más peliculeros, más de acción y con un toque asiático que lo hace algo diferente a lo que estoy acostumbrado a leer.


Frase destacada.

“No busques un culpable, crea uno”