nos resistimos a la idea de que algo pueda alegrarnos cuando alguien a quien amamos ya no está para disfrutar con nosotros,y sentimos como si fuéramos infieles a nuestra pena cuando vemos que vuelve a nosotros el interés por la vida.
|
nos resistimos a la idea de que algo pueda alegrarnos cuando alguien a quien amamos ya no está para disfrutar con nosotros,y sentimos como si fuéramos infieles a nuestra pena cuando vemos que vuelve a nosotros el interés por la vida.
|
¿No te parece maravilloso pensar que mañana será un nuevo día en el que todavía no he cometido ningún error?
|
¿Por qué la gente tiene que arrodillarse para rezar? Si yo realmente quisiera rezar, voy a decirle lo que haría. Iría a un campo grande, solitario, o me internaría en lo más profundo del bosque; miraría al cielo, arriba, arriba, arriba, a ese maravilloso cielo azul que parece no tener fin. Y entonces, realmente sentiría una plegaria.
|
-Te tomas las cosas demasiado apecho, Ana - advirtio Marilla con un suspiro-. Me temo que vas a llevarte muchas decepciones a lo largo de la vida. -Pero, Marilla, ¡sí esperar las cosas con entusiasmo es casi tan divertido cómo hacerlas¡ - exclamó Ana-. Es posible que no consigas lo que deseas, pero nadie puede privarte de la alegría de esperar ilusionada. Yo creo que sería peor no tener ilusión por nada que llevarse una decepción. |
¡Qué alegría vivir en un mundo en el que hay octubres!
|
Esta mañana no estoy sepultada en el abismo de la desesperación. Nunca me puedo encontrar así por las mañanas. ¿No es fantástico que haya mañanas?
|
Ése es el inconveniente de crecer y empiezo a comprenderlo. Las cosas que se desean cuando se es niña no son ni la mitad de hermosas cuando se crece.
|
Si yo realmente quisiera rezar, voy a decirle lo que haría. Iría a un campo grande solitario o me internaría en lo profundo del bosque, miraría al cielo arriba, arriba, a ese maravilloso cielo azul que no parece tener fin. Y entonces realmente sentiría una plegaria
|
Se que se puede disfrutar de todo cuando uno esta firmemente decidido a ello. . Por supuesto , hay que estar firmemente decidido .
|
En este mundo pagamos un precio por todo cuanto conseguimos y, aunque vale la pena tener ambiciones, éstas no se alcanzan con facilidad, sino que exigen su precio en trabajo, abnegación, ansiedad y descorazonamiento.
|
Manolito ...