[...] también me voy, también de ti, aunque fui tuya y eres mía. |
[...] también me voy, también de ti, aunque fui tuya y eres mía. |
Lo esperamos sumidos en la noche, pero volvió como el que vuelve a amar y regresó como el que mucho ama, y con él van y van llegando. |
Y no llores si no te respondo porque mi culpa fue la palabra. Pero dame la tuya, la tuya [...] |
Y él sigue escuchando mares que no aman sino a sí mismos. Pero tal vez ya nada escuche, de haber parado en sal y olvido. |
Un pobre amor humillado arde en la casa que miro. En el espacio del mundo, lleno de duros prodigios, existe y pena este amor, como ninguno ofendido. Se cansa cuanto camina, cuanto alienta, cuanto es vivo, y no se rinde ese fuego, de clavos altos y fijos. |
[...] y todo lo dio el amor loco y ebrio de despojo. Quiso el amor soledades como el lobo silencioso. |
Pero me iré cualquier día sin llantos y sin abrazos, barca que parte de noche sin que la sigan las otras, la ojeen los faros rojos ni se la oigan sus costas... |
Me he sentado a mitad de la Tierra, amor mío, a mitad de la vida, a abrir mis venas y mi pecho, a mondarme en granada viva, y a romper la caoba roja de mis huesos que te querían. Estoy quemando lo que tuvimos [...] |
Y por las cimeras del alma fui herido". "Y ahora me llega del amor de mi olvido [...] |
"En mi propia carne también me he afligido. Debajo del pecho me daba un vagido. Y partí mi cuerpo como un enemigo, para recoger entero el gemido". "En límite y límite que toqué fui herido [...]. |
Gregorio Samsa es un ...