En verso y prosa - Antología de Gabriela Mistral
Un pobre amor humillado arde en la casa que miro. En el espacio del mundo, lleno de duros prodigios, existe y pena este amor, como ninguno ofendido. Se cansa cuanto camina, cuanto alienta, cuanto es vivo, y no se rinde ese fuego, de clavos altos y fijos. |