Tener hambre de libros era mi alegría y mi suplicio
|
Tener hambre de libros era mi alegría y mi suplicio
|
Cuántos libros intactos dejamos al marcharnos, piensa ella. Cuántas ideas a medias.
|
El poder de las palabras se encuentra en que son capaces de guiar las almas, o eso dice Sócrates.
|
Leer acapara el cuerpo en su totalidad.
|
Cuanto más lee, menos ha leído.
|
mamá nunca llegó a leerlo. Habría doblado alguna esquina. Habría escrito alguna nota al margen. Habría dejado algún pétalo de buganvilla secando entre las páginas,como siempre hacía con lecturas que le gustaban. Nada. Cuántos libros intactos dejamos al marcharnos, piensa ella. Cuántas ideas a medias.
|
" No son nuestras habilidades las que muestran cómo somos, sino nuestras elecciones”