Caliente

Frío, frío... que te quemas, que te quemas.. Caliente.

Autoplacer, masturbación, sexualidad, deseo, poliamor, placer, libertad.

Caliente es un ensayo narrativo en el que aquellos temores se combaten con bibliografía, y para ello la autora se acompaña de las palabras de Emily Dickinson, Unica Zürn, Betty Dodson, Annie Ernaux, etc... y encontramos, como si de un mapa de las relaciones se tratara, una llave para entrar en el nuevo diccionario del amor y el sexo.

Luna Miguel utiliza la escritura biográfica como una trampilla para colarse en las entrañas literarias del deseo sexual, para estudiar su gramática e imaginar nuevas formas de relacionarnos con él.

Una lectura corta, fácil, arrebatadora... que comienza con un "corazón roto"
y termina ofreciendo un destello de felicidad.

La escritora nos guía con acompañantes ilustres, autoras que supieron confesar lo inconfesable, por un mundo cargado de amor propio, el conocimiento del suyo y otros cuerpos, el descubrimiento de nuevos "sistemas afectivos", mostrándonos su vulnerabilidad con tremenda honestidad, un recorrido frondosísimo por la representación del deseo femenino.

Es como un diario íntimo, combativo, provocativo, erudito, subjetivo, universal, donde la autora sugiere, propone, pero nunca dicta sentencia.

Llevo muchos días retrasando esta reseña. Quizá el motivo es que siento que el libro me queda grande, que no sé si voy a estar a la altura, qué leer sobre poliamor o placer aún me cuesta y debería ahondar mas en estos temas hasta sentirme a gusto. Creo que solo es una cuestión de desconocimiento y de querer abarcar mucho a la hora de leer sobre nuevos temas. Así pues celebro que leer algo así por primera vez haya sido con Luna y su libro Caliente.

Antes de nada voy a indicar que me ha encantado el formato en el que está escrito, una especie de capítulos, cómo pequeñas dosis y a veces de solo 1 o 2 frases. La lectura así es más ágil y menos cargada.

Era como un diario de la propia Luna y sus experiencias vitales en torno a temas como la monogamia y el poliamor, el placer o la maternidad. Siempre me gustan estos ensayos que parten de las propias experiencias porque así, pienso, cala mucho más en la persona que lo está disfrutando.

Otra cosa que me ha gustado mucho es la cantidad de referencias que hace Luna y engrosan de manera considerable la bibliografía del final. No hay ni una sola página dónde Luna no haga referencia a algunas lecturas o autoras. ¡¡Me ha fascinado!! Es como una invitación a seguir leyendo sobre esos temas en los que, como decía al principio, me gustaría ahondar más para coger confianza.


Quizá así mi reseña de Caliente sería distinta. Quizá así debería rehacerla pasado un tiempo. Pero no por eso me arrepiento de haberlo leído ahora. al contrario. Me ha abierto una puerta a nuevas lecturas, significados e imaginarios.

Me gustan las escritoras que, atravesadas por alguna herida, se desnudan, se exponen, nos muestran su fragilidad... Nos dejan textos como este, donde se juega con el narrarse vulnerable sin tapujos, donde no hay nada que esconder por vergüenza. Desde el binomio vulnerabilidad/libertad que propone Paul B. Preciado hasta la herida en carne viva de Unica Zürn, pasando por Olivia Sudjic y muchas otras escritoras y artistas valientes, tan honestas y auténticas que transitamos su dolor al leerlas.

Luna Miguel escribe Caliente examinando su corazón roto, despedazándolo y recomponiéndolo una y otra vez. Y habla de amor, una declaración de amor a sí misma, habla de las distintas formas que ha conocido y está buscando para amar(se).

Este ensayo híbrido contiene entrevistas, reflexiones muy íntimas, memorias y citas para pensar. La autora nos muestra su genealogía artístico-literaria del deseo y comparte pensamientos y desencuentros con Monique Wittig, Anne Sexton, Annie Ernaux, Anna Punsoda, Anais Nïn, Julia Kristeva, Anne Carson... y muchísimas más, en su intento por deconstruir el placer femenino, por nombrarlo para ponerlo en el centro, tal y como defiende Annie Ernaux ese denostado concepto de escritura femenina: hacer justicia a una experiencia asociada a lo femenino que debe narrarse para exponerse y visibilizarse desde todas sus aristas y vertientes.

Es un libro para subrayar y anotar, para aprender gozando, para quemarse, para dejarse llevar, para ser un poco más libre, para amar nuestro propio cuerpo como amamos la literatura.

¿Qué es más humillante: narrar el dolor, o narrar el placer?

Con esta pregunta que nos podemos encontrar en las primeras páginas del libro, Luna Miguel nos adentra en el mundo del deseo, del placer y autoplacer, así como la forma de entender el amor plural a través de una serie de breves fragmentos por los que está compuesto este ensayo.

Para mi, ha sido una lectura muy interesante donde se puede extraer multitud de reflexiones que dan para debatir abiertamente sobre los prejuicios que tenemos ante el sexo y de como aún actualmente se ve la masturbación femenina como algo negativo y estigmatizado.

Luna nos pone de ejemplo cómo desde la infancia, los niños y compañeros del colegio se mofaban de la expresión “hacerse un dedillo”, evocando ridiculez a esta acción de la que podías sentirse culpable; en cambio, hacerse una paja parecía sinónimo de rotundidad, asociando la masturbación femenina como algo negativo y degradante.

La autora, además intercala entre estos fragmentos el momento doloroso por el que pasó, tras que su pareja, Antonio, le confesara que se había enamorado de alguien más. Luna, a pesar del dolor, logró ver cómo se le abría de par en par la puerta de una habitación que hasta entonces le era desconocida, el amor plural, una nueva forma de entender el amor y las relaciones de pareja. Logró aprender y conllevar a que varias personas puedan convivir simultáneamente en nuestro corazón.

Me ha encantado descubrir la bibliografía de donde saca multitud de las reflexiones a lo largo de los fragmentos. Libros que ya han estado tiempo atrás de autoras feministas que han tratado previamente estas mismas cuestiones, como son obras de Anne Sexton, Annie Ernaux o Louise Glück. Ya me he anotado algunos de ellos para posibles próximas lecturas.

En resumen, un libro del que se pueden sacar multitud de pensamientos, acompañadas de una confesión íntima de la propia autora a través de su vida amorosa, miedos, dolor y placer, mucho placer.
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