Recuerdos del río volador

El amor humano es una batalla que no existe, porque ganar y perder está en la imaginación.

Solo desaparece lo que deja de importarnos.

Cuando una persona decide poner fin a su vida, hay que preguntarse hacia quién iba dirigido el suicido.

Sufrimos por lo que deseamos.

El que piensa dos veces ya perdió.

Siempre dejamos para después lo importante, y es justamente ese postergar lo que hace que deje de ser esencial y lo olvidamos.

Ama a los demás como a ti misma, pero no te aferres y deja ir si lo que amas se aleja de ti.

Guardar las cosas es mantener su recuerdo vivo.

Acumulamos miedos en el día y después esos miedos se convierten en metáforas que nos hielan de noche el corazón.

En el recuerdo no existe el tiempo y el pasado y el presente se juntan libremente.