Seguimos la vida en Perdido, con los Caskey (Elinor ya es una de ellos) y demás vecinos tras pasar unos añitos desde que los conocimos en el primer libro, con la dichosa inundación que pone patas arriba al pueblo. Debido a ello, deciden construir un dique para evitar futuros desastres como el anterior pero hay quienes no están muy contentos por ello. Aparecen dos nuevos personajes que mantienen su importancia en la novela y nos mantienen expectantes ya que les suceden "cosas" que supongo vayan interconectadas en los próximos libros. Otros abandonan el pueblo para no volver más. Y la familia Caskey sigue creciendo y envuelta, cada vez, en más misterios. Me ha gustado más que "La riada". Todo se vuelve más turbio y más oscuro, los tira y afloja entre las mujeres Caskey se intensifican y yo... lo estoy gozando. |