Imaginaba una magnífica aventura de amor que lo conducía, de un solo golpe, a la realización de su esperanza. Se casaba con la hija de un banquero o de un gran señor.
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Imaginaba una magnífica aventura de amor que lo conducía, de un solo golpe, a la realización de su esperanza. Se casaba con la hija de un banquero o de un gran señor.
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Las paredes tapizadas de un papel gris con ramilletes azules, tenían tantas manchas como flores, manchas antiguas, sospechosas, de naturaleza indefinible, bichos aplastados o gotas de aceite, huellas de dedos untados de pomada o espuma de la palangana proyectada lavarse . Olía a miseria vergonzante.
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¿Sabes que tienes verdadero éxito con las mujeres? Hay que cultivar eso, puede llevarte lejos.
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En París vale más no tener cama que no tener un frac
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Le gustaban, sin embargo, los lugares rebosantes de mujeres públicas, sus bailes, sus cafés, sus calles; le gustaba codearse con ellas, hablarles, tutearlas, aspirar sus perfumes violentos, sentirse cerca de ellas al fin y al cabo eran mujeres, mujeres de amor.
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Se sintió paralizado de temor y anhelante. Iba a dar su primer paso dentro de una existencia esperada, soñada tantas veces. Y avanzó a pesar de todo.
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Es un poema épico griego compuesto por 24 cantos, atribuido al poeta griego Homero. Narra la vuelta a casa, tras la guerra de Troya, del héroe griego Ulises